Transmitir los conocimientos adquiridos a través de historias, anécdotas, leyendas o gestas de antaño, ha sido tarea de sabios, pues estos últimos son los que mejor comprenden el valor de las tradiciones, de los hechos históricos y de su importancia para las generaciones actuales y futuras.
Tal pensar se esconde casi siempre bajo las máximas de nunca olvidar el pasado para comprender el presente, o de recordar lo vivido para no tropezar nuevamente con viejos males.
Precisamente, en este camino marcha y se marca la obra de Rolando González Cabrera, historiador e hijo ilustre de Consolación del Sur, quien no cesa en su empeño de rescatar y atesorar tradiciones y semblanzas, siempre desde la base de su querido Museo Municipal.
Con él conversamos para conocer un poco más sobre los proyectos que le apasionan y desvelan.
Gran parte de su vida y de su trayectoria como historiador se ha basado en una especie de lograr una memoria viva. ¿Por qué?
“No es menos cierto que ocupo mucho de mi tiempo y de mi actividad profesional en el rescate y conservación del patrimonio del municipio. Y firmemente creo que en ello reside un gran valor, pues a veces debemos mirar atrás para conocernos mejor, para meditar, para entendernos como nación, como seres humanos, como entes sociales.
“Precisamente por tal motivo es que me interesa mucho la historia. No solo la que se cuenta en hechos o fechas plasmadas en libros, sino también en la que se narran todos los días desde la cotidianidad”.
Un papel primordial en este proceso de rescate lo tiene el patrimonio intangible. Coméntenos.
“Sí. En estos momentos existe una mirada casi total a ese rescate del patrimonio intangible desde los distintos territorios, y de forma casi especial en el municipio de Consolación.
“Hoy, desde las salas del Museo Municipal nos estamos dedicando a la conservación, investigación y promoción del repentismo, una manifestación que desde el siglo XVIII tuvo grandes exponentes y espacios en el territorio y que innegablemente hoy goza de mucha popularidad e influencia.
“También estamos inmersos en un proceso investigativo, del que más adelante en el tiempo pretendemos adentrarnos en una suerte de proyección social y comunicativa de cara a las jóvenes generaciones.
“En este sentido trabajamos en el salvamento de elementos, vivencias, anécdotas y otros materiales intangibles de los hermanos peloteros de apellido Oliva, díganse Juan Carlos y Tony, por supuesto. Ambas personalidades muy importantes del deporte cubano y mundial. También tenemos un marcado interés en el de las memorias de nuestra capitana mambisa Catalina Valdés, una leyenda que ha llegado hasta nosotros a través de muchas fuentes orales y escritas”.
Existe hoy un proceso compilatorio sobre la historia intrínseca de Consolación del Sur. ¿Por qué?
“Consolación del Sur a través de la historia ha sido un municipio protagonista en el occidente cubano. En el caso de la región más occidental de Cuba, a excepción de Pinar del Río, es el de mayor alcance económico, sociopolítico, cultural y otros.
“En un momento determinado esta historia que hoy compilamos existía en fichas, algunos libros, investigaciones y otros, pero se ha ido perdiendo y traspapelando.
“Nosotros comprendimos que no existía ni existe hoy ese gran compendio de los elementos históricos a los que puedan acercarse las generaciones actuales y futuras y conocer el verdadero significado y valor de la tierra que habitan. Saber el valor no solo para nosotros, sino para el país.
“Es un deber de todo lugareño el saber su historia local, esa que va más allá de la propia historia ecológica si se quiere. Con este esfuerzo queremos reflejar a las personas simples, sus cotidianidades, las anécdotas y crónicas propias del consolareño”.
¿Cómo puede acceder la población a los resultados de tales investigaciones?
“A la conclusión de estos y otros estudios, –algunos con más de 25 o 30 años de desarrollo– la población puede acceder a través del Museo Municipal o comunicándonos sus intereses mediante nuestras redes sociales”.
Uno de los amores más grandes de Rolando es el Museo Municipal. ¿Qué importancia le confieres a estos espacios?
“Los museos son espacios muy importantes, aunque de forma errónea en algunos países son vistos como un arca, pues en ellos solo se preservan objetos.
“Sin embargo, en la vida real, el museo tiene que ser y representar a un ente vivo, un modelo activo y comunicador. El museo tiene que investigar y ofrecer resultados a las nuevas generaciones, su función debe ser la del mejoramiento humano y el de arraigar el pensamiento y el amor de las personas respecto al lugar donde vive.
“Debe cumplir con una función de albacea, pero también de comunicador de todas las historias recogidas”.