Muchas son las jornadas de penurias vividas por todos tras el paso de Ian por la provincia. Llantos, tragos amargos, y la promesa de que un mejor mañana será, han sido nuestro pilar para aferrarnos a que sin importar lo pasado saldremos adelante y volveremos a sonreír nuevamente.
Y es en esos pensamientos donde en ocasiones escapamos y nos refugiamos en el arte, en la música, el cine o la poesía y la literatura para huir de la realidad que nos ahoga, al menos, por un rato.
Precisamente bajo ese concepto del arte como ente salvador y reparador llegó este miércoles una brigada artística de lujo al municipio de Consolación del Sur, encabezada por Alpidio Alonso y Abel Prieto, ministro de Cultura y presidente de la Casa de las Américas, respectivamente.
Junto a ellos, un elenco magnífico –Adrián Berazaín, Ray Fernández, Israel Rojas, Tomasita Quiala, Pancho Amat, David Álvarez, Eduardo Sosa, Corina Mestre y Luis Páez Esquivel (Papillo)–, entre muchos otros abordaron el parque Antonio Ferrer y Cruz para con su arte llenar y desbordar alegría en los corazones de los presentes.
Con alguno de ellos conversó Guerrillero para conocer el porqué de su presencia en el territorio.
Al respecto, Alpidio Aloso Grau, ministro de Cultura en la isla, aseguró que a pocas horas de celebrar el Día Nacional de la Cultura, qué mejor regalo que compartir y sanar las heridas de los que hoy sienten dolor.
“Quisimos celebrar esta fiesta de cubanía de la manera más sencilla y humilde posible, que es la de compartir con las personas en sus rutinas. La idea es la de incorporar la cultura en todas sus manifestaciones a las transformaciones que se realizan al interior de los barrios, y este año ese es el espíritu que hemos querido consolidar.
“Son muchos los artistas que nos expresaron sus deseos de compartir, de trabajar, de colaborar con todas las personas damnificadas por este huracán. Si te soy sincero, realmente puedo decir que nos costó trabajo decantarnos y escoger a los artistas que hoy nos acompañan, pues todos los que se personaron en el ministerio no cabíamos en la guagua para venir acá”, sonrió jocosamente.
“Nos dio cierta tristeza decirles que no a algunos que también querían compartir con el pueblo de Consolación. Pero de forma general, esta es una representación de todos nosotros, del pueblo de Cuba que hoy está en cuerpo y alma con Pinar del Río. Estamos orgullosos de todos estos artistas, a los que sin duda alguna los caracteriza la sensibilidad, la humildad, la solidaridad y la cubanía”.
Por su parte, la destacadísima actriz Corina Mestre Vilaboy, manifestó que siente a Consolación como a un hijo.
“No estoy en Consolación del Sur hoy, ahora. Mi alma lleva en este pedazo de tierra cubana más de 15 años. Pues cada vez que tengo la oportunidad llego acá con brigadas de arte, de teatro.
“No vengo casi nunca a la cabecera propiamente, es cierto; pero sí a Pilotos, a Alonso de Rojas y a otros lugares de difícil acceso. Siempre estoy donde la gente me necesita más.
“Y como ves, aquí llegué porque no podía faltar en este momento tan crítico que hoy vive la provincia de Pinar del Río. Me siento pinareña de cuerpo y alma, y ahora mismo: Pinar del Río es toda Cuba.
“A mí me encanta la gente de esta provincia, pues son personas muy nobles, sencillas, pero también laboriosos y persistentes. Este es uno de los sitios más perjudicados por la naturaleza, pero sin importar cuántas veces los azote un fenómeno de este tipo o se caigan, ustedes saben levantarse y crecerse, y eso es lo que precisamente habla de la personalidad de este pueblo.
“Creo que es importantísimo que la cultura esté presente, no solo como manifestación social, sino como ente aglutinador de las ciencias, la religión, los hábitos y las costumbres. Y es por eso que debemos estar cerca del pueblo, pues en la cultura cabemos todos.
“La cultura cubre las necesidades espirituales y alimenta los corazones de cada una de las personas, destierra la tristeza y preserva la identidad, que a su vez nos hace fuertes”.
Pancho Amat, ese gran cultivador del “tres”, también compartió su sentir.
“El arte es un reflejo de la sociedad y es la manera que tenemos nosotros de tomar del pueblo sus esencias, elevarlas, y al mismo tiempo devolverlas hecha música, poesía, literatura y demás.
“Lo que hemos aprendido a hacer es todo lo que el pueblo nos ha enseñado, por ende, estos son momentos en que nosotros debemos rendir tributo a esas personas que diariamente nos nutren. Serles útiles.
“Nosotros, que nacimos de este pueblo, tenemos que estar a su lado siempre, y que sientan que el arte que ellos generaron y que los artistas que somos hoy, estamos siempre a su lado”.
Israel Rojas Fiel, líder de Buena Fe, acotó que no era su primera vez en suelo consolareño, aunque ya era tiempo de volver.
“Desde hacía un tiempo, largo, que debía la visita acá. Y aquí estoy hoy con lo mejor de mí y con unas ganas enormes de abrazar a todo este pueblo que se ha reunido para agasajarnos, cuando en realidad somos nosotros los que debemos agasajarlos a ellos.
“Siempre estoy dispuesto a integrar este tipo de delegaciones artísticas y regalar un ratico de bienestar a los demás. Es un deber estar al lado de las personas en situaciones difíciles y de tanto dolor. Junto a aquellos que lo perdieron todo.
“Creo que la vida es un instante, un guiño, y en este momento tan efímero debemos apuntar al crecimiento espiritual de los demás, a la unidad de todos los seres humanos. Deberíamos utilizar todo el tiempo posible en darnos amor y buscar los espacios para querernos.
“La idea siempre es la de viralizar lo bueno, la solidaridad, la hermandad, el compañerismo y la alegría. De sumarnos a construir un lugar, un espacio, un país mejor. A construir en vez de dividir y destruir.
“A los consolareños, y a todos los pinareños, les digo que no perdamos tiempo en banalidades o escuchando a aquellos que facturan con el odio y la mentira, no dejemos que nos hagan daño. Ya bastante tenemos con fenómenos como este donde la naturaleza nos lo hace de gratis. Pero debemos buscar siempre la manera de ser felices, porque así juntos saldremos adelante. Vivamos una fiesta”.
Por último, el también cantante, compositor y trovador Eduardo Sosa compartió su sentir.
“Cuando me hablaron de poder participar en alguna de las brigadas que pudieran conformarse para venir a Pinar, mi reacción inmediata fue dar el sí; aunque te digo, preferiría estar aquí con ustedes recogiendo escombros, martillando, en fin, trabajando duro codo a codo con aquellos que perdieron sus casas.
“No dejo de reconocer que la música y el arte también restauran las heridas del alma. Pero ojalá pudiésemos hacer algo más. Ojalá poder hacer algo más. No obstante, estar aquí es reconfortante para mí en lo personal, pues me siento útil al menos desde la humildad de mis canciones.
“La impresión más importante es ver el entusiasmo con que se nos recibe, pues nos brindan esa calidez y esa magnífica bienvenida del pueblo pinareño, cuando en realidad somos nosotros los que debemos brindarles calidez a ustedes.
“Pero esto nos dice precisamente eso, que el arte salva, el arte eleva, el arte enriquece el alma. Y poder trabajar para todos los pobladores de este lugar es maravilloso.
“Creo que la idea del Ministerio de Cultura y la Uneac, junto a nuestras inquietudes personales de venir hasta Pinar del Río ha sido fantástica, pues reunirnos todos bajo un mismo fin, con los mismos deseos de aportar alegría y buenas vibras, es algo que no se puede describir.
“El arte no es solo entretenimiento, sino responde también a la máxima martiana del mejoramiento humano. Y por esa razón lo compartimos con todos hoy”.