Siempre he escuchado decir que se debe consumir agua antes de tomar café, pues el agua se utiliza para limpiar el paladar y así se disfruta mejor de las propiedades aromáticas. Además, cuando se bebe después del café, el agua realiza la función contraria: limpia la boca del sabor que deja el café.
Existen diferentes formas de preparar un café frío para disfrutar en cualquier época del año, pero sobre todo en verano.
COLD BREW
En algunos lugares ya lo comercializan listo para tomar. Se trata de una tendencia completamente en boga pero que surgió hace cientos de años. Si lo haces en casa debes de saber que se trata de un café molido que se infusiona en agua fría entre 12 y 24 horas, para finalmente filtrarlo y enfriarlo antes de servirlo. La extracción en frío hace que el café sea menos ácido y amargo y, por el contrario, tenga más notas dulces. La proporción estándar suele ser de un gramo de café por cada 15 mililitros de agua. También puedes servirlo con hielo y azúcar.
ICED COFFEE
Por su parte, el café helado, iced coffee, se infusiona con agua caliente al igual que el café común y el resultado se acompaña con hielos, por eso estamos ante una bebida helada. Tiene mayor intensidad, sabor, cafeína y concentración que el cold brew, que es más ligero y de color más claro.
Aunque hay quien prefiere tomarlo solo, tanto al cold brew como al iced coffee se le pueden agregar otros ingredientes como leche, helado, bebidas vegetales, licores…
LA RECETA DE HOY:
Cóctel de café
En una coctelera (o en una botella con tapa) ponemos el brandy, el licor café, el café y la leche. Agitamos con fuerza hasta que tengamos una mezcla muy espumosa.
Servimos en una copa con hielos y decoramos con canela en polvo.
Café helado caribeño
Tritura el helado de vainilla con el café y el ron hasta que la mezcla esté espumosa y sirve en una copa con hielos.