Incentivar la producción de alimentos, incrementar las ofertas en los mercados y fortalecer el papel de la empresa estatal socialista son algunos de los objetivos de la nueva política de comercialización que entró en vigor desde el pasado mes de junio.
Al referirse a la normativa, el ministro de la Agricultura Ydael Jesús Pérez Brito señaló que es una política novedosa que libera, analiza y flexibiliza la comercialización a la vez que reconoce a todos los participantes en el proceso. Además, apoya al municipio y apuesta por fortalecer el desarrollo local.
En tal sentido Roberto Trujillo López, jefe del departamento de Comercialización de la Delegación Provincial de la Agricultura, explicó que la flexibilización está presente en muchos aspectos, pues coloca a todos los actores en igualdad de condiciones.
“Con el Decreto 35 de la Comercialización de Productos Agropecuarios un productor individual tiene los mismos derechos que una estructura o una empresa para contratar directo con una industria o una cadena de tiendas.
“Es importante resaltar que se eliminan obstáculos, trabas e intermediarios. Con el pago directo e inmediato al proveedor se resuelve el problema de las deudas y las demoras en los pagos, un elemento que se potencia en la creación de mercados de nuevo tipo”, apuntó.
Se establecieron 17 principios básicos para lograr que un mercado de nuevo tipo haga realmente gala de su nombre. No solo ser reparado y tener variedad, sino incluir productos beneficiados, condiciones de almacenamiento en correspondencia con los surtidos, contar con servicios sanitarios y la higiene requerida, mensajería a domicilio, ventas online, autonomía en la gestión de compra, y el salario de los trabajadores vinculado a los resultados, entre otros.
Pero la nueva política abarca mucho más, entre los beneficios da especial importancia a las instancias locales de gobierno para establecer sus propios precios de acuerdo con las necesidades y circunstancias territoriales.
Para llevar a cabo estas funciones, existen los comités de contratación, integrados por estructuras productivas, delegaciones de la Agricultura, empresas y productores líderes. Su misión es evaluar el nivel de actividad de la producción agropecuaria a partir de las posibilidades del territorio, analizar las demandas, proponer el orden de prioridad de los destinos, el balance de productos agrícolas, el estimado de comercialización y el ratificado para el mes o los meses siguientes.
QUE LA NOVEDAD SE HAGA COSTUMBRE
Una de las prioridades actuales en la provincia es el arrendamiento de mercados y puntos de venta, algo que se ha logrado en 16 MAE, de los 21 que deben concretarse, 10 de ellos a empresas estatales y seis a cooperativas. De igual forma marchan los puntos que ya suman 27 bajo el nuevo modelo de gestión.
“Lo ideal sería que donde quiera que haya una estructura productiva exista también un punto de venta. De esa forma se beneficia la comunidad al no tener que trasladarse a lugares más alejados y se ahorran recursos como el transporte y el combustible”, añadió Trujillo López.
En un recorrido por la capital pinareña pudimos constatar la transformación de algunos de esos establecimientos que tienen el reto de mantener la variedad y el buen funcionamiento.
Desde el pasado 13 de agosto funciona el mercado gestionado por la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco Pinar del Río en el reparto Lázaro Hernández Arroyo (Oriente). De acuerdo con su administrador, Carlos Alberto García Blanco, la aceptación de la comunidad ha sido muy favorable, de ahí la importancia de incorporar nuevas iniciativas y ampliar las ofertas.
“Debido a la COVID-19 trabajamos solo en el horario de la mañana, y las ventas están por los 20 000 pesos. Los surtidos llegan principalmente del polo productivo Hermanos Barcón pero también le podemos comprar a cooperativas del municipio, incluso hemos recibido de otros territorios como Sandino y Los Palacios”.
De la buena aceptación en la comunidad habla Aida Blanco, vecina de la calle Planta: “Siempre está surtido, hasta ahora, incluso más que el de La Línea. Lo que necesitamos es que se mantenga”.
Agregó el administrador que piensan activar una juguera, comenzar con la venta de enlatados, a partir de un contrato con la empresa de Ceballos, y de carne.
Sobre este último producto, apuntó el jefe del departamento de Comercialización de la Agricultura que “antes no se permitía comprar cerdos a no ser al precio del Porcino, ahora se busca una flexibilización a decisión de los comités de contratación de cada municipio, para que se incremente la carne y otros productos que se compran por la vía popular.
“Una experiencia positiva la tenemos en San Luis que ha logrado la presencia de cerdo, carnero y otros cárnicos en los mercados. Y en cada territorio se establecen los precios de acuerdo con las necesidades y las demandas.
En la calle 10 del reparto Ceferino Fernández el mercado cambió considerablemente. Las nuevas pizarras informativas, la organización, la estética y las condiciones del lugar se suman a la variada oferta.
Tomás González lleva 45 años administrando el establecimiento. Recién remozado e inaugurado el pasado domingo, está arrendado ahora por la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco de San Luis. Ya hacen gestiones para activar las vías de comercio electrónico y según él la idea es tener más de 20 productos a la venta.
Del otro lado de la ciudad pudimos constatar los surtidos del mercado ubicado en Calle Quinta del reparto Hermanos Cruz. Hace cerca de un mes cambiaron de proveedor y ahora son gestionados por la empresa agropecuaria Cubaquivir de Los Palacios.
“Desde esa fecha el producto no falta: melón, aguacate, guayaba, plátano, boniato, ñame. Lo que es frutas y viandas es constante, y también otros que vienen de la minindustria como sazonadores, salsa china, pastas, puré de ají… Nos surten diario, el camión no falla”, dijo Yoemín González Reyes, dependiente del establecimiento desde el 2000.
La concurrencia de los vecinos se hace habitual, el comentario general se enfoca en el cambio para bien y en la necesidad de que no decaiga con el paso del tiempo.
Al decir del ministro de la Agricultura, ya no se trata de un monopolio de Acopio, que es ahora uno más en la cadena. No hay mercados de oferta y demanda, sino mercados agropecuarios y muchos son estatales. La nueva política de comercialización pretende cambiar la imagen de estos establecimientos y la de las ofertas a la población; ofrece bondades al campesino, a las estructuras y a la empresa estatal. El reto está en la correcta implementación de las medidas, mantener lo alcanzado y en fortalecer el sistema de la Agricultura para que llegue, al final, al plato de los cubanos.
Muy bueno este cambio pero los precios acordados siguen siendo altos para el nivel adquisitivo de la población. Si para los nuevos salarios se tuvo en cuenta la canasta básica de productos y servicios, me imagino q ahora se modifique y aumenten pq los precios del agro no son los mismos q los de referencia para ese cálculo.