Amigo, “capitán”, soldado… el amigo de todo el pueblo y aliado de los periodistas, te vimos siempre en Los Palacios, La Palma y San Cristóbal, plazas partidistas en las que serviste y te hiciste imprescindible; un día viniste para la provincia y ganaste aún más gente para el resto de los municipios.
Cuando otro se hubiera jubilado, después de tanto andar en las filas del Partido, te convertiste en la mano de derecha de Camacho, el Comandante muy amado de los pinareños, porque como tú, Carlitos, son todo verdad, amor al trabajo y lealtad a la Revolución.
Carlos Manuel Cardoso Ortega siempre fuiste joven, por ti pasaron los años, pero en tus hombros siguieron las insignias -que nunca palidecen- de la UJC, pero que les diste mayor realce cuando entraste al Partido.
En los pueblos donde estuviste nunca prometiste lo que no pudieras cumplir, por eso te respetaban; con la sonrisa en los labios ordenabas y actuabas, daba gusto acompañarte, porque más que jefe siempre fuiste un gran amigo.
Tu último reducto del combate fue de director adjunto de la Oficina de Desarrollo Integral Guanahacabibes, bajo la dirección del Comandante del Ejército Rebelde Julio Camacho Aguilera, y codo con codo con Gina.
En estos días de inseguridad epidemiológica se ha ido mucho pinareño bueno: cuadros, médicos, deportistas, artistas, periodistas, maestros, trabajadores de servicios, valiosos obreros y campesinos, combatientes jubilados o en activo, gente simple del pueblo, y nos hace pensar que necesitaban un buen “capitán” para encabezar esta historia y te escogieron a ti.
Cuando estemos más tranquilos y haya que rescribir en la memoria, toda esa gente linda, tendrá su espacio separado, porque bien que se lo han ganado.