Todo el mundo coincide en que la carne de cordero es deliciosa. Sin embargo, entre los mitos y falsas creencias entorno a ella, quizá la más extendida es que se trata de una carne que solo es apta para grandes celebraciones o para recetas muy elaboradas. Muy al contrario, la realidad nos demuestra que el cordero es una carne muy versátil y que puede ser el plato principal de recetas sencillas, rápidas y deliciosas.
Clasificación de la carne de ovino
En función de la edad del animal, la carne de ovino se clasifica en cordero lechal, aquel con menos de un mes y medio de edad y que proporciona una carne muy jugosa y muy fina, aunque con menos nutrientes que un cordero más adulto; el ternasco, cuando tiene menos de cuatro meses, con una carne más sabrosa; el cordero, entre cuatro meses y un año, con un sabor más intenso; o el ovino mayor, con más de un año de edad y quizás menos demandado.
La grasa de los ejemplares jóvenes de cordero suele concentrarse debajo de la piel o alrededor de las vísceras, por lo que se puede quitar con facilidad y así se disminuye la ingesta de grasas saturadas, calorías y colesterol. Las personas que tengan colesterol alto o sobrepeso, no obstante, deberán moderar su consumo.
Su carne es más tierna y tiene menos grasa, sobre todo durante la primavera, ya que las ovejas que dan de mamar a los lechales están comiendo pasto fresco y eso hace que las piezas sean de mejor calidad en esta época del año. Lo puedes cocinar al horno con hierbas aromáticas o al papillote, haciendo un guiso o estofada. Cuanto más adulto sea el animal la carne estará un poco más dura y precisará mayor tiempo de cocinado para obtener un resultado increíble. También se pueden hacer chuletas o costillas a la plancha, y es que el cordero permite un montón de posibilidades para poder prepararlo de manera que guste a todos y se pueda disfrutar de ese sabor y esa textura tan característicos.
Hoy te traigo un plato que aportará diversos y necesarios nutrientes a tu mesa, el cual es muy conocido en la cocina campestre cubana, es una preparación oriunda de los campos cubanos, suele pasarse la receta de generación a generación, en la que cada una le aporta un toque especial. Usualmente la familia cría el animal y después se congregan para prepararlo.
Este plato goza además de reconocimiento internacional por su exquisito sabor y la jugosa carne del animal.
LA RECETA DE HOY:
Chilindrón de carnero
Ingredientes:
3 lb de carnero (1300 g)
3 cdas. de aceite (58 ml)
1.½ taza de salsa criolla (350 ml)
6 cdas de vino seco (90 ml)
½ cdta. de comino (3 g)
1 hoja de laurel pequeña
1 cdta. de orégano (4g)
½ cdta. de pimentón picante (2g)
4 tazas de caldo blanco (1L)
½ cdta. de pimienta negra molida (2g)
3 dientes de ajo
1 cdta. de sal (5g)
Preparación:
Corta el carnero en dados de siete centímetros. Adoba con el vino, el ajo majado, la pimienta, la sal, el comino, el orégano y la hoja de laurel. Retira del adobo. Escurre. Dora el carnero en aceite caliente. Agrega la salsa criolla, el pimentón picante, el caldo y el resto del mojo. Tapa e introduce al horno a una temperatura moderada durante una hora aproximadamente. Rocía con vino. Para su decoración puedes utilizar tiras de pimiento y guisantes verdes. Se acompaña con arroz blanco y vianda hervida.