Desde el 2014, Pedro Jesús Miranda Dorta se dedica a la ganadería. En el año 2016 comenzó a tener resultados alentadores en la labor y hasta hoy sobrecumple su plan de entrega de leche de 10 000 litros anuales contratados con la CCS Carlos Hidalgo Díaz de Pinar del Río.
Él fue uno de los primeros productores porcinos de la provincia. Inició en el ‘99 y mantuvo una producción notable de carne durante mucho tiempo, incluidos los 10 años que permaneció a cargo del cuidado de la actual UEB Cría Pinar, la cual había obtenido en arrendamiento.
“Cuando decidieron activarla, no me permitían tener cochinos en mi tierra, por la cercanía, entonces me propuse empezar con el ganado y aquí estoy”.
DE RUTINAS, FAMILIA Y SUDOR
Para llegar a casa de Pedro, desde el entronque en el kilómetro cinco de la carretera a San Juan, hay que pasar un buen tramo rodeado solo de monte. A un lado y al otro encuentras marabú, mucho marabú. Después descubres que una gran parte de esa área tendrá otro destino para bien.
“Tengo seis hectáreas particulares. Al principio pedí una caballería, todo era monte y logré limpiarla. Ya me dieron otras que llegan hasta el entronque y ahora solicité más”.
En total cuenta con 20 hectáreas. Cada día se levanta a las cinco de la madrugada para realizar el ordeño temprano y dedicarse luego, antes de que “pique” el sol, a los sembrados que junto a su familia ha sacado adelante: boniato, habichuela, maíz, malanga. Todo con el doble propósito de además del consumo familiar, servir de alimento a su masa animal.
Dos veces al día traslada más de 40 litros de leche en bicicleta hasta el tanque donde se acopia, ubicado en el kilómetro seis. “Empecé con un plan pequeño de leche, creo que cerca de 2 000 litros al año, después subí a 7 000 y ahora estoy en 10 000, pero siempre entrego un poco más. En el caso de la carne, el plan es de una tonelada. Ya mis 63 cabezas de ganado están marcadas, inscritas y debidamente inspeccionadas”.
Reconoce que antes, cuando criaba cerdos, las ganancias eran mayores, pero nunca estaba en la casa, tenía más preocupaciones, más problemas y menos tiempo de descanso.
“La ganadería es bajo agua sol y sereno. Las vacas hay que ordeñarlas todos los días aunque haya temporal, pero estoy tranquilo, llevo una vida más sana. Sembramos cositas y entre todos aportamos. En este tiempo de COVID-19, mi hijo, que está en ciclismo en la Eide Ormani Arenado, me ayuda en todas las labores; la verdad que es un trabajo en familia”.
Durante la conversación, Niurka, la esposa, me cuenta de cuando en los inicios era ella quien ordeñaba, pero tuvo que dejar de hacerlo por problemas de salud. “Si hay que hacerlo, lo hago, yo soy más brava que las vacas. En este trabajo, el sacrificio de todos es lo que nos hace seguir adelante”.
DE ESTÍMULOS Y NOVEDADES
Según las nuevas medidas aprobadas para el sistema de la agricultura, a Pedro le corresponde sacrificar tres animales, pues cumple con los requisitos estipulados para ello.
“A partir de este año existen facilidades, con esta posibilidad de comercializar la carne y la leche después de cumplir el plan, la proyección es adquirir un poco más de ganancias y mejorar las condiciones de trabajo de la finca.
“De la leche lo aprovechamos todo, y ahora podemos vender el excedente, hacer yogur y es mayor rendimiento para nosotros. Para ponerte un ejemplo, de esa leche que entrego diario, tengo que sacar el salario del obrero que trabaja conmigo, que debe ser justo y acorde a los tiempos. Ahora hay mayor incentivo con las ventajas de comercializar la carne y la leche. Sinceramente, siempre supe que el ganado iba a coger su precio, pero esto me sorprendió demasiado rápido.
“Con estas nuevas medidas puedes hacer proyectos. Fíjate, estoy ordeñando ahora 11 vacas. En cinco años, ponle precio a esos 11 terneros, solo 20 mil pesos que le saques a cada uno, ya la cuenta te empieza a dar”.
DE ALTERNATIVAS Y APOYO
En un corto recorrido por las tierras de este pequeño ganadero nos topamos con algunos toros de ceba, novillas, vacas y el toro padre que según apunta ya necesita sustituirlo. Aunque cuenta con buen pasto y una cerca eléctrica, pudiera aumentar sus resultados con mejores condiciones.
“Tengo buen pasto y estoy sembrando caña y kingrass. Pienso meterme en eso de las plantas proteicas que está dando muy buen resultado. Además, aprovecho todo lo que siembro: la maloja de maíz, el bejuco del boniato, la habichuela y por otro lado no tengo problemas con el abono para los cultivos, porque qué mejor que las heces de las reses.
“Ahora todo el ganado está junto y necesito ‘acuartonar’ para rotar y no dar pie a que crezca la maleza. Por eso es tan importante el alambre en la ganadería. Lo tenía todo bien delimitado y me robaron como 15 mil pesos de alambre.
“Por eso yo digo que debemos buscar alternativas. Si no hay alambre se busca otra cosa; no hay techo de zinc para esa nave que ves ahí, pero tal vez uno viejo que quitan de una empresa y van a botar me sirve a mí; gomas viejas se pican y se aprovechan en un bebedero. El poder de gestión y la creatividad son importantes y en eso las estructuras deben apoyar más a los asociados.
“Te digo más, con los desechos de la industria se mantiene el ganado, la misma paja del frijol, del arroz. Si yo tuviera medios para cargar los desechos que se botan solamente en el área, ¡para qué decirte!”
Pedro asegura que el fruto del ganado lo da la tierra y no el barco que entra del extranjero: “El ganado no es tirar en un potrero. Si lo estabulas y lo alimentas como es debido, no tienes que esperar por comida importada. Y cuando lo mataste, te da carne por cinco cochinos. Por eso la ganadería hay que estimularla”.
Entre sus proyectos está arrendar una placita junto a otros productores, en la que además de vender cultivos varios puedan comercializar la carne. También prevé aumentar la masa y con las nuevas facilidades de gestión, piensa comprar un toro padre en la “Camilo Cienfuegos”.
“Llevo años pidiendo mejorar la raza con ganado lechero. Tengo animales degenerados prácticamente, que no son propiamente productores de leche. Logro esos resultados por el buen atendimiento que les doy, pero necesito que me apoyen en eso.
“Con la masa que tengo, si tuviera mejores animales, pudiera sacarles diarios 120 litros, cuando estoy en 4,5 por vaca. Pienso que es necesario crear cooperativas solo para ganaderos, en las que se prioricen las necesidades vitales para impulsar su desarrollo. Te hablo de maquinaria, de herbicidas para fumigar, de alambre, de inseminadores, para que veas como avanza”.
Pedro no es un gran ganadero, pero tiene la voluntad de crecer y de esforzarse más por obtener mayores rendimientos. Con mucho empeño y certeza habla de cumplir todos sus proyectos con el sudor del trabajo diario.
“Es una bendición cuando te comes hasta un boniato producido por ti, el sabor es diferente. Aquí estamos felices, vivimos modestos y nos sentimos bien. La tranquilidad es muy importante”.