El año que recién concluyó nos mantuvo en desvelo. El azote de la pandemia hizo que la medicina y la ciencia cubana se aplicaran, y aún lo hacen, en aras de buscar vacunas y tratamientos para enfrentar la enfermedad.
El Banco Provincial de Sangre, Vanguardia Nacional en 2015 y desde entonces con la categoría de Destacado a nivel de país por sus resultados sistemáticos, no se quedó atrás.
La obtención de plasma hiperinmune anti COVID a partir de pacientes recuperados está entre sus objetivos, según explicó a Guerrillero la máster en Ciencia Olga Lidia Licort Monduy, directora de la institución, quien señaló que han trabajado con 15 donantes que cumplen con los requisitos: “Si no se emplea en pacientes, ese plasma va hacia la industria para la producción de gammaglobulina anti COVID”, refirió.
Sin embargo, esta es una de las prioridades actuales del Banco, el cual no ha dejado de trabajar en la planificación sistemática de las donaciones.
FUNCIONES DEL BANCO PROVINCIAL
“Laboramos de manera planificada. Las donaciones tienen que ser sistemáticas, no se puede trabajar para cumplir en una semana, porque hay componentes que duran solo cinco días”, añadió la directora.
Resulta válido resaltar que los voluntarios que allí asisten son clasificados en donantes de plasma, de plaquetas y de sangre total. Gracias a ello una sola donación se estima que pueda salvar tres vidas, pues los avances de la ciencia permiten definir qué tipo de componentes necesita un paciente y de una misma donación se pueden extraer varios.
“El plasma, por ejemplo, va dirigido a la industria, las plaquetas a la asistencia médica y de la sangre total se extraen componentes tanto para la industria como para la asistencia. De esa sangre total donada se obtienen glóbulos rojos, concentrados de plaquetas, plasma fresco congelado, plasma congelado, concentrados leucocitarios y crioprecipitados”, argumentó.
Dijo que el plasma congelado y el concentrado leucocitario van para la industria biofamacéutica con el objetivo de obtener medicamentos, entre ellos albúmina humana, las inmunoglobulinas, los factores de coagulación, intacglobin, el interferón Alfa 2B recombinante, factor de transferencia y factor octavo concentrado, el resto se utiliza en la asistencia médica a partir las necesidades de cada paciente según la patología que tengan.
El programa de sangre en la provincia es, en alguna medida, transversal al resto de los de la Salud Pública, pues a él se articulan el de Atención Materno Infantil, el quirúrgico, el de oncohematología, y el servicio de atención a los pacientes de hemodiálisis.
Para cumplir con todas estas exigencias, la provincia dispone de 13 centros de extracción de sangre en todos los municipios y posee, además, dos bancos, uno ubicado en el hospital Abel Santamaría Cuadrado y otro en el Augusto César Sandino.
¿QUIÉNES PUEDEN DONAR?
La doctora Marilyn López-Portilla Robaina, especialista en Selección del donante y especialista principal del Departamento de Donaciones, significó que puede hacerlo todas las personas entre 18 y 60 años si nunca han donado y hasta 65 si son donantes habituales que posean un estado de salud adecuado, presenten un peso superior a las 110 libras y no padezcan de enfermedades crónicas. También es importante que haya transcurrido tres meses de la última donación.
Comentó la doctora que existen un grupo de invalidantes transitorias o permanentes. Entre las primeras están que se hayan vacunado o realizado alguna extracción dental, si tiene algún proceso respiratorio, un tatuaje realizado con menos de un año, si proviene de un país endémico de paludismo o si la alimentación del día anterior no fue la indicada, por ejemplo.
No pueden donar nunca aquellas personas que presenten enfermedades cardiovasculares, neoplásicas, hepatitis B y C, Sida, vitiligo y diabetes mellitus no controlada, entre otras.
Afirmó la especialista que a los donantes se les hace hematocrito, hemoglobina y un estudio SUMA para descartar la serología y antígenos para hepatitis B y C.
El Banco de Sangre dispone de una base de datos, apuntó Licort Monduy, en la que aparecen los donantes controlados, los cuales tienen un consentimiento informado con su disposición de formar parte del programa cuando sea necesario.
“Son controlados porque pertenecen a los grupos escasos entre la población. Entre ellos están los negativos A-, O-, B- y los AB tanto negativos como los positivos, pues son el menor por ciento que existe. De estos grupos tratamos de captar a todo que el venga de manera voluntaria, siempre que esté de acuerdo y reúna los requisitos”, señaló.
Carlos Siles Báez, a sus 60 años, es uno de estos donantes controlados. Por más de dos décadas ha donado plaquetas y al momento de nuestra visita contabilizaba 365 donaciones.
“En mi caso es como una tradición familiar. Mi papá nos la inculcó a mis hermanos y a mí, también a unos primos. Quizás porque a inicios de la Revolución nos falleció un hermanito recién nacido que entre otras cosas necesitaba una transfusión de sangre.
“Me llaman siempre que es necesario, a veces he estado fuera del municipio y me han localizado. Creo que se debe convocar a los jóvenes, uno debe tener un relevo”, aseguró.
En la sala dos muchachos también donan su sangre. Yamisleydis Lazaga Corrales, acudió ante un llamado puntual. “Tenía un poco de temor porque es mi primera donación, pero me han atendido muy bien. Si me preguntan estaré de acuerdo en quedarme controlada por el Banco”, dijo.
La docencia es otra de las aristas del centro. Según confirmó su directora forman tecnólogos en Medicina transfusional y análisis clínico, y apoyan la especialidad médica de Laboratorio clínico.
Por ello entre sus pasillos encontramos a la estudiante del técnico superior de ciclo corto de Análisis clínico y medicina transfusional Liliana González Ramírez quien, con tan solo 20 años, transita por el último curso de la carrera y realiza aquí sus prácticas preprofesionales:
“Me encanta mi perfil. Puedo decir que en el Banco he aprendido mucho, siento que todo el tiempo me enseñan, desde los procederes hasta cómo debe ser el trato con los donantes. Ojalá pudiera trabajar aquí en un futuro”, expresó.
Todos los días en el Banco se monitorean las existencias y los diferentes servicios, por lo que se mantienen al tanto de las necesidades asistenciales y en función de ellas se dirige y planifica la producción con una visión de futuro, capaz de garantizar la demanda y sostener las reservas.
La respuesta de los donantes pinareños siempre es positiva y la institución está abierta a todos aquellos que, en gesto humano, noble y solidario, quieran, sin importarle el destino, donar su sangre para salvar una vida.