El cerco económico de Estados Unidos contra Cuba se intensifica en el sector energético en medio del combate contra la Covid-19, denunció hoy el ministro de Energía y Minas de la nación caribeña, Liván Arronte.
De acuerdo con el titular, mientras aumenta el consumo de energía eléctrica en el país como resultado de las medidas de distanciamiento social, crece además el impacto del bloqueo para la importación de combustible.
En comparecencia para el programa Mesa Redonda, de la Televisión Cubana, Arronte precisó que la demanda en el sector residencial en Cuba creció en un 10 por ciento tras el cese de la actividad escolar y las labores no imprescindibles para enfrentar la Covid-19.
El país hace un esfuerzo para evitar los apagones pese al recrudecimiento del cerco económico, enfocado en evitar la importación de petróleo a Cuba.
Actualmente, el aumento del consumo alcanza tres mil 932 mega megavatios/hora por encima de lo planificado para el mes de abril, lo que representa mil 30 toneladas de combustible diarias de más en la generación, indicó.
Pese a la paralización de la actividad turística y el cierre de escuelas y otros centros, el decrecimiento apenas representa el tres por ciento pues se mantienen actividades de alto consumo como la agrícola y azucarera, añadió.
Además, se prioriza el trabajo de las industrias ligera y química, la construcción, las producciones de níquel y petróleo con una demanda significativa para el sector, dijo.
Desde su llegada al poder, la administración de Donald Trump arremete contra el suministro de combustible a Cuba, en particular proveniente de Venezuela, con disposiciones contra embarcaciones petroleras, la persecución a las navieras y aseguradoras.
Según fuentes de la isla, los anuncios se suceden a ritmo de casi una medida por semana para impedir además transacciones internacionales.