Ian nos ha golpeado fuertemente, imágenes devastadoras son las que quedan en la capital pinareña tras el paso del huracán, techos de viviendas desprendidos, árboles completamente arrancados, postes del fluido eléctrico destruidos.
Muchos fueron los daños, pero lo que no pudo doblegar este fenómeno meteorológico fue la voluntad y la fortaleza de todo un pueblo que una vez más sabrá salir adelante y recuperarse. Arduo es el camino en estos tiempos tan difíciles para los cubanos, pero pienso y creo que podemos lograrlo.