El embarazo es una de las etapas más hermosas en la vida de una mujer. Llevarlo a feliz término es siempre el objetivo, pero ello implica responsabilidad, disciplina y mucho autocuidado.
Durante la gestación, no solo el cuerpo se transforma, sino que los niveles hormonales cambian y en ocasiones procesar la glucosa en la sangre es más difícil, razón por la cual puede aparecer la diabetes gestacional.
Claro que siempre existen factores de riesgo como el sobrepeso, la falta de ejercicio físico, presencia de diabetes en la familia, entre otros. Pero sufrir de esta enfermedad durante el embarazo puede traer serias complicaciones para la madre y el bebé.
Entre los problemas más comunes que afectan al bebé están el sobrepeso al nacer, el parto prematuro, dificultades respiratorias, muerte fetal intraútero, así como un mayor riesgo de padecer obesidad y diabetes tipo dos más adelante en la vida. En el caso de la gestante puede ocasionar preeclampsia o diabetes futura.
Aunque según especialistas no existen garantías cuando se trata de prevenir este padecimiento, es recomendable comer saludable, mantener un peso adecuado durante el embarazo y evitar el sedentarismo. A pesar de que a veces no se presentan síntomas, el aumento de la sed y la necesidad de orinar con frecuencia pueden ser signos de alarma.
En Cuba, las embarazadas son prioridad desde la atención primaria de salud. El chequeo constante de todos los indicadores por un grupo multidisciplinario de especialistas, son garantía de que casi siempre se logre un alumbramiento sin riesgos ni complicaciones por esta causa.
En 1959 surgió en el país lo que se conoce actualmente como la Actividad de diabetes y embarazo en el hospital Calixto García de La Habana y se llevó a cabo por el doctor Antonio Márquez Guillén.
En el año 1970 se creó la primera sala hospitalaria destinada a atender a embarazadas con diabetes, pero no fue hasta 1992 que se estableció la atención preconcepcional a la mujer con diabetes en el Instituto Nacional de Endocrinología.
En la década del 2000 se empezó consolidar el proceso a partir de la creación de un programa nacional que culminó con un proyecto de colaboración con la Fundación Mundial de la Diabetes, lo que ha contribuido a que los logros de Cuba en ese ámbito sean reconocidos como de excelencia.
Durante el Segundo Consenso Cubano de Diabetes y Embarazo (2017), publicado en la Revista Cubana de Endocrinología al año siguiente, los especialistas que presidieron el evento, aconsejaban, entre otros aspectos, algunos cuidados preconcepcionales para garantizar resultados favorables en la embarazada con diabetes mellitus.
Entre ellos está ofrecer, por parte de los facultativos, educación sobre el tema durante la gestación e informar sobre el riesgo asociado con la enfermedad y la importancia del control glucémico; suspender la exposición a sustancias tóxicas, incluidas tabaco, alcohol y medicamentos cuyo uso no se está recomendado durante el embarazo.
También es vital garantizar un control glucémico óptimo, o sea glucemia en ayunas menor que 5,6 y posprandial de dos horas menor que 7,8. Además, alertaban sobre la necesaria evaluación de complicaciones crónicas, pues la presencia de alguna en estadio avanzado, pudiera desaconsejar, de forma temporal o permanente la búsqueda del embarazo.
Para tratar la diabetes gestacional, además de medicamentos como metformina e insulina, se incluye la educación terapéutica, el plan alimentario y el ejercicio físico. En general, es un programa en el que cada día el país pone más empeño, en aras de que se disminuyan riesgos y que el momento esperado sea mucho más feliz.