El festival Internacional Pinar Rock es una de las plazas más importantes del rock and roll en Cuba. Con 25 años de vida, está entre los eventos más antiguos de su tipo y el único que se ha materializado de manera constante; salvo el pasado año, cuando la COVID-19 desestabilizó planes y expectativas a escala mundial.
“…somos privilegiados al ser convocados a varias de las ediciones del festival, que para la banda y muchos de por acá, es considerado unos de los eventos de mejor calidad en el país. Su organización, producción, servicios técnicos y selección de bandas, se ven reflejados en la gran calidad de los directos que se realizan desde hace algunos años, además de contar con un público conocedor que disfruta del género al máximo. Para nosotros es una plaza de gran valor, podemos interactuar y ver el trabajo de bandas foráneas, es realmente un espacio muy productivo para los músicos rockeros del patio”, comentó a Guerrillero Rodim Delgado Au, “El chino”, director y baterista de la banda matancera Rice And Beans, una de las más laureadas en el escenario nacional.
El actual contexto epidemiológico propició que el evento se insertara en las plataformas digitales, resultando el primer festival de rock online, en vivo, celebrado en la Isla. Del viernes 26 al domingo 28 de marzo las emisiones fueron trasmitidas por los perfiles de facebook Festival Pinar Rock, Tele Pinar y Asociación Hermanos Saíz, Pinar del Río, de dos a cuatro de la tarde. Su programa incluyó un registro variado de subgéneros y más de 40 bandas foráneas y nacionales.
Eduardo Longa, de Zeus, banda pionera en el thrash metal en Cuba, con más de 30 años de carrera, lo distinguió como una linda oportunidad para compartir con personas que gustan del género y así regalar su música llegando a cualquier rincón del mundo en estos tiempos de aislamiento.
El carácter online de esta edición permitió convocar más artistas y público, sin restricciones de aforo o las habituales demandas económicas que resultan de los eventos presenciales. Músicos de Suecia, España, México, Puerto Rico, Alemania, Costa Rica y Cuba ofrecieron su arte desde la red social para un público abierto y heterogéneo, lo cual constituyó además una oportunidad para reconocer entre agrupaciones, repertorios y estilos.
La jornada cumplió uno de los objetivos del comité organizador expresado antes por el líder de la banda anfitriona, Tendencia, José Ernesto Mederos “Kiko”: destacar el quehacer del rock en la Isla, a partir de un muestrario de bandas noveles y consagradas dentro de la palestra nacional.
Un evento así, “aporta mucho a la solidaridad entre los artistas para seguir librando la dura batalla por sacar adelante esta música por la que tantos vivimos y amamos”, ratificó Lizandra Cabrera Esquijarosa, vocalista y bajista de Bennu y además bajista de Cancerbero.
Lo cierto es que el Pinar Rock ha sido siempre un espacio inclusivo en su programación. Además de contribuir a la promoción del rock cubano, generar nuevas oportunidades profesionales, fomentar el intercambio entre bandas y de los músicos con sus audiencias, representa una fiesta cultural.
Su condición digital en estos tiempos no es solo una solución pues están probadas sus varias virtudes. Puede resultar más accesible, incluso puede medirse mejor su alcance gracias a los propios algoritmos de la red social, que evalúa cuántas visualizaciones e interacciones tuvo cada material audiovisual.
El rock cubano pulsa las cuerdas metaleras de nuestra idiosincrasia, se globaliza conservando una postura muy cubana, alimentada de ritmos y géneros autóctonos. Experimenta, se abre al mundo, no deja de soñar, ni de existir. El Pinar Rock ha demostrado que desde provincia se puede concretar un evento con una convocatoria internacional de primera línea y que las plataformas digitales serán otro camino sustancioso al cual sacarle provecho cuando la pandemia finalmente acabe.