En la década del ’70 del pasado siglo las hermanas Grace y Virginia Kennedy fueron objeto de varios estudios y además llenaron los titulares de distintos medios de la época como las “gemelas que inventaron su propio idioma”.
Las investigaciones concluyeron que Poto y Cabengo, como se llamaban una a la otra, usaban una rara e indescifrable mezcla de palabras que eran producto de la criptofasia, un término que viene del griego “secreto” y “habla”, y se usa para describir un lenguaje secreto desarrollado por dos personas, regularmente gemelos.
La criptofasia, también conocida como idioglosia, consiste en la pronunciación errónea de la lengua materna en niños de entre uno o dos años que se entienden a la perfección y puede desarrollarse más de lo común, aunque muchas veces no sobrepasa los tres años de edad.
Los estudios especializados en el tema apuntan a que los hermanos gemelos se hallan en el mismo nivel de desarrollo y existe entre ellos una comunicación superior que viene desde el vientre, además pasan tanto tiempo juntos que su desarrollo mental y lingüístico se sincroniza, lo que les permite comunicarse excluyendo a los demás.
Según el estudio Lenguaje Autónomo de Gemelos, se cree que la criptofasia ocurre aproximadamente en el 50 % de todos los gemelos y se desarrolla, por ejemplo, considerando otros lenguajes.
Y si hablamos de lenguaje, habría que mencionar a los hermanos Michael y Matthew Youlden, pues estos gemelos lejos de abandonar su jerga infantil, hicieron de la criptofagia un hobby muy singular, convirtieron el fenómeno en su propio idioma que llamaron Umeri.
A partir de los seis o siete años comenzaron a darse cuenta de que tenían su propia lengua y decidieron empezar a moldearla hasta llegar a concebir un idioma que aun siendo adultos perfeccionan y amplían en un diccionario.
Los gemelos Youlden llevan más de 20 años enriqueciendo el Umeri. “En realidad es una pena pensar que cuando ya no estemos, este idioma dejará de existir. Pensamos mucho en esto cuando tomamos la decisión de documentarlo. Cuando nos vayamos se irá con nosotros. Y cualquiera que lo desee podrá leer acerca de él”, dijo Matthew en una entrevista en 2015.
Poto y Cabengo, o Michael y Matthew han demostrado que el vínculo entre gemelos no solo queda en la telepatía u otras versiones usadas para mitificar la sintonía espiritual que existe entre estos hermanos, sino que encierran en ellos una conexión sin par que es realmente fascinante y poderosa.