No lo dude, El regreso es un material que no puede pasar desapercibido en su lista de películas por ver en este confinamiento. El cine puede ser su aliado a la hora de barrer el estrés cotidiano, a fin de cuentas, él reúne todas las manifestaciones del arte; y el arte como ya sabe, salva.
Entre las películas cubanas que usted no debe perderse está El regreso (2018), la ópera prima de la excelente actriz Blanca Rosa Blanco, quien comparte la dirección y el guion con Alberto Luberta Martínez, y además actúa en uno de los papeles protagónicos. Esta película pertenece al género policiaco, y es la primera ocasión en nuestra cinematografía en que una mujer dirige, escribe y protagoniza un largometraje; en esos aspectos radica su singularidad.
La trama se entreteje cuando la detective Patricia conoce de la muerte de Mariano, quien fue acusado injustamente de abuso sexual. Ella retorna a su ciudad natal, Matanzas, para informar a su familia sobre el evento. Para encontrar al culpable enfrentará diferentes obstáculos mientras tiene un romance con su expareja Ubaldo.
Yadier Fernández, Rafael Lahera, Yazmín Gómez, Yaité Ruiz, Carlos Enrique Almirante, junto a las actuaciones especiales de Verónica Lyn, Osvaldo Doimeadiós y Jorge Martínez, conforman el diestro elenco de artistas jóvenes y no tan jóvenes, laureados dentro del teatro, la televisión y el cine.
En una entrevista publicada en el sitio Cubadebate, Blanca Rosa comentó el por qué de la elección de un tema tan delicado como el abuso sexual para suprimer filme y cuánto de la realidad tomaba: “Es ficción, pero tiene un pretexto social. Lo que hay real son los testimonios de las mujeres violadas, en boca de actrices que interpretan víctimas de maltrato sexual, pero con testimonios cercanos a los reales de mujeres que conocí, que pude investigar y que tuve cerca. Estamos hablando de que si las mujeres no hacen la denuncia no existe el caso, puedes tener el hecho más insólito o el más connotado (…) Todo esto era un pretexto para tener esa denuncia en un policíaco, unido a la condena por el silencio que somete a las mujeres debido al prejuicio de que nunca les creen o que su condición ante la vida no les permite que las personas crean en ellas”.
El regreso prefirió como escenario la ciudad de Matanzas, una buena elección teniendo en cuenta los valores estéticos de la urbe y la saturación del espacio capitalino en los largometrajes. La fotografía, a cargo de Alexander González, supo destacar las locaciones y apoyar el conflicto.
También intervinieron en la realización Tania Ceballos como directora asistente, Carlos de la Huerta en la producción, Maykel Martínez en la dirección de arte, Adrián Blanco en la edición, Osmany Olivare en el diseño de la banda sonora, Elio Vives en el de vestuario y Karen Gómez en el de maquillaje, con la música de David Blanco.
A propósito, David expresó a Granma: “haber hecho toda la música de El regreso, tanto de los temas cantados, desde Vida libre –con el cual comienza el filme, hasta Siempre estás en mí, con el que termina, interpretada por Ana Ochoa–, ha sido una experiencia increíble. Y si a eso le sumas que me ha abierto las puertas a otras colaboraciones con la propia Blanca Rosa, con otros talentosos realizadores del patio y hasta de otros países, te podrás imaginar lo importante que ha sido esta película”.
En efecto, el tema principal del filme, Vida libre, tiene un sonido muy internacional heredero del pop y el rock de los 80’ y principios de los 90’ y versa sobre la evolución personal, un argumento que el filme tiene bien delineado.
Respecto a los directores, aunque es el primer largometraje para ambos, Blanca Rosa tiene una reconocida trayectoria actoral en la televisión, el teatro y el cine. Entre sus lauros se destaca el Premio Caricato por mejor interpretación protagónica femenina en Teatro para la Televisión, en 2003. Luberta, por su parte, ha dirigido series televisivas muy elogiadas como Lucha contra bandidos: La otra guerra y la telenovela Entrega, en 2019. Ambos coincidieron en el programa policiaco Tras la huella durante años y encaminaron juntos el proyecto, con pleno conocimiento del género.