Este lunes, cuando en Cuba se reportaban activos 208 pacientes diagnosticados con la COVID-19, 24 de ellos confirmados durante la más reciente jornada, y permanecían ingresados para atención y vigilancia de la enfermedad tres mil 187 personas, el grupo temporal de trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus, dirigido por el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, continuó el examen de la situación epidemiológica del país.
Al detallar respecto al movimiento hospitalario en Cuba, el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, comentó en la reunión vespertina que las cifras más elevadas, tanto de ingresos como de altas, se siguen concentrando en La Habana y Artemisa, dos provincias que en los últimos 15 días han ido incrementando su tasa de incidencia por cada 100 mil habitantes, al diagnosticarse en ese periodo 88 y 85 nuevos casos, respectivamente.
En el primero de estos territorios el referido indicador sanitario se ubica en 4,12 y en el segundo ha ascendido hasta 16,51, puntualizó.
También en la capital y Artemisa, refirió, se agrupa la totalidad de eventos de transmisión local activos en el país, de los cuales durante la pasada jornada reportaron casos los del artemiseño municipio de Bauta: cinco en los consejos populares I y II, donde se acumulan 57 pacientes, y dos en el consejo popular Baracoa, que suma 25; y el del evento del consejo popular Santa Felicia, en el municipio capitalino de Marianao, que con dos nuevos casos asciende a 13 personas confirmadas con la enfermedad.
En el resto de las provincias y el municipio especial de Isla de la Juventud se aprecia una situación epidemiológica estable y se mantienen sin eventos de transmisión local activos desde hace varias semanas, apuntó.
Desde Artemisa, el gobernador Ricardo Concepción Rodríguez amplió que a partir del trabajo realizado se ha logrado ir disminuyendo la cantidad de personas sospechosas en el evento de transmisión del casco urbano de Bauta y la tendencia a la aparición de nuevos casos igualmente es menor.
No obstante, acotó, persisten las medidas de cuarentena en la zona y se insiste en la importancia de que la población coopere para seguir cortando caminos a la enfermedad. Afirmó, además, que se han incrementado las acciones de refuerzo en zonas de la periferia del municipio para evitar que se extienda un posible contagio.
Acerca del escenario que transita en estos momentos La Habana, la vicegobernadora Yanet Hernández Pérez aseguró que el Consejo de Defensa Provincial da seguimiento sistemático a todas las medidas de control diseñadas para contener la propagación del nuevo coronavirus y que han sido reforzadas en las últimas semanas, sobre todo en aquellos municipios que evidencian una situación más compleja.
Durante el encuentro, al cual también asistió el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, rindieron cuenta ante el grupo temporal de trabajo las provincias de Pinar del Río y Mayabeque.
En el caso del territorio vueltabajero se supo que persiste el cumplimiento de las acciones previstas para la tercera fase de la etapa de recuperación, al tiempo que se intensifican las acciones de comunicación para incrementar entre sus habitantes la percepción del riesgo y el cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias.
De manera particular se informó la decisión de suspender la transportación hacia y desde la vecina provincia de Artemisa, con el propósito de evitar una posible propagación de la COVID-19, teniendo en cuenta los hechos que en los últimos días allí se han sucedido.
Respecto a Mayabeque, que acumulaba este lunes 28 días sin confirmar casos positivos al nuevo coronavirus, y transita por la segunda fase de la etapa de recuperación, las autoridades gubernamentales aseguraron que persiste la búsqueda de sospechosos a través de la pesquisa activa en todos los municipios, al tiempo que se intensifican la acciones de control y se insiste en el uso del nasobuco por la población en espacios públicos.
Tras casi cinco meses de que se confirmaran en Cuba los primeros casos positivos a la COVID-19 sigue siendo crucial la integralidad con que desde cada escenario se implementen y controlen las estrategias diseñadas. Del trabajo conjunto de todos dependerá en gran medida el éxito con que logremos transitar por las diferentes fases de la etapa de recuperación, escenario donde responsabilidad y percepción de riesgos definen también las cifras de contagios.