Britny Soneira Rodríguez, de seis años de edad, está hoy junto a su padre luego de varios días internada en Camagüey por resultar contacto de una paciente positiva a la COVID- 19, una historia que habla en favor de los esfuerzos gubernamentales para concretar ese encuentro.
En la comunidad Antonio Briones Montoto, a unos 15 kilómetros de la ciudad cabecera de Pinar del Río, la pequeña disfruta de la compañía de su progenitor desde que el pasado 18 de abril llegara allí en horas de la tarde.
No tenía con quien quedarse en Camagüey y por eso solicitamos mi esposa y yo su viaje, que ocurrió en coordinación con el Consejo de Defensa de ambas provincias, explicó Liván Soneira López.
Su madre se encuentra hospitalizada en la tierra de los tinajones, toda vez que se contagió en el ómnibus en el cual viajaban las dos hacia ese territorio, el 24 de marzo.
Varios fueron los factores que intervinieron para la materialización de ese reencuentro, sobre todo representantes de determinados grupos del Consejo de Defensa Provincial que saben que en tiempos de pandemia, el bienestar de las personas constituye lo primero.
Hasta La Habana, el trayecto tuvo lugar en ambulancia; y luego en un taxi completó el recorrido que de forma gratuita la condujo hacia la vivienda en la cual reside su padre, la esposa y la hija de esta.
Gracias a eso la niña está aquí cumpliendo con un periodo de vigilancia de 14 días por el área de salud. Yo estoy feliz por tenerla conmigo, pues llevaba varios días de alta y sin familiares, y eso me tenía preocupado, precisó.
La pequeña estuvo ingresada en el hospital provincial Amalia Simoni, de suelo agramontino, donde recibió todas las atenciones médicas y resultó negativa al PCR en tiempo real.
Se mantiene aislada en el hogar y con nasobuco puesto, sin dejar que otros niños se le acerquen. Duerme sola porque no tiene miedo, aunque a veces extraña a su mamá; pero está contenta y se entretiene, indicó el padre.
Britny cursa el primer grado y ahora asume el reto de, durante las mañanas, seguir las orientaciones de los maestros mediante la programación educativa de la televisión cubana.
Y en cada jornada, la visita del doctor Yosniel Mesa Valladares- del consultorio número 55- encargado de medir su temperatura corporal, examinarla ante posibles síntomas catarrales o febriles; pero hasta la fecha no ha manifestado ninguno.
Porque Britny es uno de los tantos ejemplos que cada día evidencian el interés del Estado y el Gobierno cubanos por la seguridad de más de 11 millones de habitantes; más aún en tiempos de una pandemia que convoca a manifestaciones de amor.