Hoy 24 de mayo cumple 70 años el “Viejo”, el vetusto y querido hospital provincial docente clínico quirúrgico León Cuervo Rubio, y aunque las condiciones no son las ideales para festejos, en sí tiene su regalo: el homenaje de todo un pueblo, porque en más de dos meses, con su valioso personal han garantizado la salud a decenas de pinareños, sin lamentar ningún fallecimiento por la COVID-19, que en sí es altamente letal y aún camina por nuestras calles.
Qué otro mejor agasajo que solo tener dos pacientes en su recinto; abrigar a enfermeros, médicos, técnicos, obreros calificados y trabajadores de varias dependencias de la Salud bajo su techo, todos por el bien común de salvar a su pueblo.
Hoy Pinar del Río muestra un día lluvioso, apacible, temporalmente liberado de las colas hasta mañana, con poca gente por las calles y todos con tiempo suficiente para pensar lo que falta para hacer cuando se decida el paso progresivo a la normalidad, mientras las estadísticas sanitarias se muestran bondadosas.
Las personas en aislamiento descendieron a 65 y las altas clínicas siguen en 50 y las epidemiológicas en 31. Las primeras son los que abandonan el lecho hospitalario, las segundas los que esperan desde el hogar la confirmación definitiva de curados.
Los PCR hasta ayer sumaban 3 272 y las pruebas realizadas 5 253.
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