La embajada de Estados Unidos en Cuba anunció hoy que reanudará en mayo el procesamiento limitado de visas de inmigrantes, tras casi cinco años sin servicios consulares bajo un pretexto descartado por científicos e informes oficiales.
A través de su página oficial en Internet, la representación de Washington informó que priorizará a los solicitantes de la categoría IR-5, es decir, padre o madre de ciudadanos estadounidenses.
Las personas notificadas de que su caso está listo para ser procesado después del 1 de abril de 2022 tendrán su entrevista programada en la embajada en La Habana, pero lo harán en Guyana aquellas citadas antes de esa fecha, acotó la fuente.
La misión diplomática precisó que todas las demás categorías de visas de inmigrante serán programadas y adjudicadas en Georgetown y no pueden ser transferidas a la capital cubana.
La reanudación de la tramitación de los solicitantes de IR-5 es el primer paso en la ampliación de los servicios, pero no hay una fecha exacta de cuándo la embajada en La Habana comenzará a procesar toda la gama de visado para inmigrantes y no inmigrantes, agregó.
El pasado 3 de marzo la misión diplomática notificó sobre los preparativos para retomar las actividades en esta capital, paralizadas por el supuesto “Síndrome de La Habana”, rechazado por científicos e incluso informes del Departamento de Estado norteamericano.
Bajo el mandato del republicano Donald Trump (2017-2021), la legación redujo su personal al mínimo en septiembre de 2017 con el argumento de misteriosas “agresiones sónicas” y alegados “incidentes de salud” de diplomáticos, aun cuando Cuba desde el principio negó ataque alguno y mantuvo la voluntad de cooperar en las investigaciones.
Autoridades de la mayor de las Antillas denunciaron que en realidad la acusación fue parte de una operación política para revertir avances en los vínculos entre Cuba y Estados Unidos dados durante la administración de Barack Obama (2009-2017).
Sin un arma definitiva, motivación o autores ante la acusación, la embajada aquí fue testigo de la suspensión del programa de reunificación familiar y el otorgamiento de visado, aspectos que directamente afectaron a ciudadanos de ambos países y no al Ejecutivo antillano como pretendía la retórica norteamericana.
Además, si bien en los acuerdos migratorios de 1984 Estados Unidos se comprometió a conceder al menos 20 000 visas anuales, en los últimos años solo entregó unas cuatro mil cada año, según el Ministerio de Relaciones Exteriores caribeño.
En el último lustro, los cubanos estuvieron obligados a ir a terceros países para todos sus trámites, lo que aumenta los costos y sin certeza de una aprobación, y hay quienes apuestan por una migración irregular que pone en peligros las vidas.
(Con información de Prensa Latina)