A finales de 2023, muchos especulaban que las ya célebres mesas y kioscos para comercializar productos básicos para la vida del pinareño iban a desaparecer, y que estos se expenderían en las bodegas. Nada más alejado de la realidad.
Luego de acabarse las restricciones de movimiento a causa de la Covid-19, y volver a la normalidad, ¿tendría sentido mantener a un grupo de trabajadores de distintos sectores en esas responsabilidades? ¿Cómo ponerle coto a la desorganización y al descontrol? ¿Es realmente equitativa la distribución de estos productos?
A estas y otras interrogantes se acerca Guerrillero en este reportaje, a partir de criterios recibidos por la población.
¿EQUIDAD, SUERTE, INDOLENCIA?
Cerca de tres meses estuvieron los consumidores de las bodegas cercanas al Cupet América sin acceder a varios productos. Mientras, en varios puntos de la ciudad, se daba la segunda vuelta de aceite, picadillo y detergente, más de mil clientes esperaban por un local que funcionará como kiosco, y que además se terminara un censo que tardó casi el mismo periodo de tiempo en completarse.
El sentimiento de muchos de los integrantes de esa comunidad no era otro que el desamparo, el abandono o la indolencia. Más de una vez acudieron en busca de respuestas a las instancias más cercanas sin solución alguna.
Teresa Arrastía Peña pertenece a la bodega La Criolla, y aún no logra entender las razones por las que sí era conocido que el mencionado punto de venta, perteneciente a la cadena Cimex, pasaría completamente a la venta en divisas, no se previó un local para darle el servicio a esas bodegas, o que se distribuyeran en puntos cercanos.
El lugar en el que compran hoy, después de tanto tiempo a la espera, apuntan algunos vecinos, realmente no tiene las condiciones para ello. No solo se refieren a las escuetas dimensiones del lugar, sino a la larga espera al sol, sin al menos un techo para resguardarse.
Para Lourdes Maya González comprar en un punto abastecido por Cimex es una desventaja. “Puedo enseñarte mi tarjeta, solo dos casillas marcadas, y si te fijas en una de alguien que adquiere los productos en TRD, notas que en esos lugares venden con más frecuencia, y nosotros nos pasamos meses sin que llegue algo”.
Un criterio similar lo tiene María Elba Rodríguez González, quien tampoco entiende la razón por la que se mantienen en las mesas a trabajadores del Inder, Educación o Cultura, cuando en la red de Comercio Minorista hay personal suficiente para cumplir estas funciones. También se pregunta cuál es la razón por la que después de terminar la Covid-19 se mantiene montado el mismo sistema.
Sobre estos y otros criterios conversamos con Yordan Ramírez Gutiérrez, intendente del municipio de Pinar del Río, quien aclara que en relación con el censo hubo mala interpretación, pues la idea central fue hacerlo por casa y no por tarjeta, con la intención también de que fuera una bodega a continuación de otra y dar un solo número.
“Decidimos que en las viviendas donde existían dos libretas, pero era una sola casa y cocinaban juntos, si pasaba de seis personas se ponía el número de habitantes en la misma tarjeta y se daba doble el producto”.
Explicó el intendente que la principal razón para mantener esta modalidad está vinculada al déficit de recursos que existe hoy y que no satisfacen la demanda, “se trata de tener un orden para que ese poquito le pueda llegar a todo el mundo”, dijo.
¿Por qué en los kioscos y no en las bodegas?
“Porque son los que tienen el mecanismo para ello, dígase cajas, personal, o sea, condiciones. Lo que sí hicimos coincidir las bodegas aledañas a ese quiosco. Ahora para la distribución del recurso se le pone el rango al producto, se dan 24 horas. Antes una bodega compraba una semana y si no llegaba nada lo perdías, porque la próxima semana le tocaba a otra bodega. Era una especie de suerte, y así no funcionaba.
“De enero a la fecha se quitaron 10 232 tarjetas que estaban dobles o falsificadas. Podemos decir que en cuestiones organizativas se ha mejorado mucho. Incluso, desde el Gobierno creamos un grupo de Whatsapp con todos los puntos de venta, en el que se pone diariamente los productos que tienen, y lo mismo han hecho en cada kiosco para informar a los consumidores”.
Ana Valdés es cliente de La Cristal, reconoce que a pesar de que hoy la mercancía que entra es poca y con menos frecuencia, se nota una mejor organización que en meses anteriores. “Antes era un desastre, siempre les tocaba a los mismos números, ahora con el nuevo sistema estamos mejor”.
Más de un usuario es del criterio que comprar en puntos de venta de TRD es una suerte, solo bastaría comparar, como mencionaba Lourdes, dos tarjetas para darse cuenta de que una cadena abastece con mayor asiduidad que otra.
Sobre ese aspecto, apunta Ramírez Gutiérrez, se han tomado alternativas de que cuando existe suficiente disponibilidad de un producto se mueven los clientes de Cimex hacia el punto de TRD más cercano que tenga la mercancía.
“De enero a la fecha ya no sucede como antes que se beneficiaban más los clientes de Tiendas Caribe o TRD como se conoce. Con eso evitamos que haya personas con tres vueltas de un producto y otras sin ninguna. Hay muchos criterios, pero monitoreamos esa situación y tenemos, últimamente, más opiniones favorables que negativas”, refiere.
UN APARTE CON TIENDAS CARIBE
A partir de la entrada de la Covid-19 las cadenas de tiendas se insertaron con el Gobierno para distribuir, fundamentalmente, productos en CUP, buscando un modo equitativo de llegar a los pobladores.
Advierte Luis Pimentel Reyes, director de la División de Tiendas Caribe en Pinar del Río, que por aquel entonces no tenían noción de la cantidad de consumidores que existían en la provincia y a partir de ahí, en ese trabajo conjunto, se dieron a la tarea de dedicarse a conocer ese dato.
“Se decidió que cada punto tuviese una o un grupo de bodegas, de acuerdo con la población existente en esas comunidades. Hay puntos que tienen tres o cuatro, y otros hasta ocho. En el municipio cabecera contamos con 29 establecimientos en CUP, y 50 en el resto de los territorios, para un total de 79”, destacó Pimentel Reyes.
Detalló que la distribución se realiza teniendo en cuenta el número de consumidores de cada lugar, y aclara que TRD en Pinar del Río no importa mercancías como aceite o pollo, sino que esas funciones se realizan desde la cadena a nivel nacional. Como división, ellos solo tienen la facultad, previa aprobación de las oficinas centrales, de hacer sus propias gestiones en Mariel para algunos productos como picadillo, culeros, detergente, y en la fábrica de Regla, en La Habana, para el aceite.
“Reconocemos que siempre priorizamos la cabecera provincial, donde la densidad de población es mayor. La cantidad exacta de lo que llega desde nuestro almacén a la unidad comercial y de ahí hacia el punto de venta se informa a los compañeros de la mesa para que tomen ellos las decisiones correspondientes en cuanto a rango y demás. Nosotros somos los encargados de vender y de recaudar.
“En el caso de los municipios, la mercancía llega en cantidades razonables, pero no es posible satisfacer la demanda de todos los clientes, por eso el gerente de la unidad comercial está encargado de presentarse ante los grupos de distribución conformados en los gobiernos locales, y una vez conocida la cantidad de mercancía que se lleva, ellos determinan los destinos, que pueden ser comunidades más alejadas, más vulnerables, etcétera”.
Enfatiza Pimentel Reyes en que han aclarado en más de una ocasión que esos productos, que en los municipios van destinados a la población, no son para ser utilizados en otros fines como estímulos, módulos o reconocimientos en actos o asambleas, por mencionar algunos ejemplos.
SIN “MARAÑAS” EN LA MESA
Teresa Arrastía reconoce que de todos los dúos que han pasado por su punto de venta, las dos compañeras actuales son las que mejor han trabajado, incluso, en lo referente al trato con los clientes.
Durante la etapa de la Covid-19, era una tarea del Gobierno designar a trabajadores del Inder, de Educación y Cultura para esas funciones, que además se cumplían de forma voluntaria. Hoy, cuando ya no vivimos en pandemia, lo lógico sería que esas personas retornaran a sus antiguos puestos de trabajo, pero no ha sido realmente así.
“En la actualidad, el personal de las mesas lo ponen los delegados, los presidentes de los consejos populares. En diciembre eso fue complejo. Hasta al Gobierno iban a verme personas que querían seguir en los kioscos, porque desde 2019 trabajaban en esos lugares. Pero desde mediados de 2022, ya debían retornar a sus antiguos puestos laborales, y no siempre ha sido así.
“Por otra parte, desde el mes de enero se han realizado varias inspecciones con un equipo formado por la DIS, miembros de la Asamblea y órganos de control del Minint, y se han cambiado a 15 personas por problemas de descontrol. Cuando hay una queja, por maltrato o por descontrol, ese compañero se quita del punto de venta.
“En cualquier momento puede llegar un inspector y pedir una tarjeta al azar y comprobar con el torpedo, como le llamamos a la sábana que tienen para llevar el control, y ahí tiene que coincidir todo, de lo contrario, hay problemas y hay que sacarte de ese puesto.
“El funcionamiento y la forma en que lo hemos organizado en los últimos meses se puede ir modificando en aras de que sea más efectivo y más equitativo. Estamos abiertos a los criterios y a las sugerencias de la población”, sentenció Ramírez Gutiérrez.
Si bien es cierto que en los últimos meses se nota una mejor organización en la distribución de lo poco que llega a la provincia, amén de las diferencias entre una cadena de tiendas y otra, muchos aspectos quedan aún por mejorar.
Lo que opera como tabla de salvación para la economía básica de la mayoría de los hogares ante el desabastecimiento y las carencias que vive el país, no puede convertirse en caldo de cultivo para ilegalidades, descontrol, desvío de recursos y un cúmulo de males que terminan siempre perjudicando al eslabón más débil de la cadena, el cubano de a pie.
*Por cuestiones ajenas a nuestra voluntad fue imposible contar con la información que debió aportar Cimex. Guerrillero queda abierto para cualquier explicación que la corporación quiera ofrecer acerca de la distribución y comercialización de productos en el territorio.
Que dice CIMEX ?