En medio de fuertes aplausos, fue recibido el último grupo de deportistas y entrenadores que arribó ayer a La Habana, tras competir en los Juegos Paralímpicos Tokio-2020, encabezados por la tricampeona de esa cita, Omara Durand, y el joven saltador Robiel Sol.
En la terminal 5 del Aeropuerto internacional José Martí, en nombre de todo el pueblo cubano, el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, acudió a darles la bienvenida, y el vice primer ministro Jorge Luis Perdomo Di Lella, al felicitarlos, calificó la actuación de la delegación como una muestra de la entrega y el compromiso de estos atletas con nuestro pueblo.
Omara Durand, ganadora en la categoría T12, junto a su guía Yuniol Kindelán, de las pruebas de cien, 200 y 400 metros, agradeció, en nombre del resto de la comitiva, a todos aquellos que ayudaron de una u otra manera en la preparación de la reducida delegación que se presentó en Tokio.
«Estos fueron los juegos más difíciles de la historia, por las dificultades que afrontamos para entrenar y clasificar. Solamente ir y participar es un gran premio para todos nosotros».
En el recibimiento participaron Teresa Amarelle Boué, miembro del Buró Político y secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas; Jorge Luis Broche Lorenzo, integrante del Secretariado del Comité Central del Partido; Aylín Álvarez García, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, y Osvaldo Vento Montiller, presidente del Inder, entre otras personalidades.
En un aparte con Granma, la singular velocista dijo que «aunque se piense que yo corro y gano fácil, cada salida mía y de Yuniol lleva un nivel de concentración muy elevado. Nosotros estábamos bien preparados, pero las marcas mundiales no nos salieron en cien y 400, sin embargo, en 200 metros hicimos el récord del orbe, de 23.02 segundos, para alegría nuestra. Así son las cosas en el deporte, y nos sentimos satisfechos con lo alcanzado en Japón».
Sobre lo que pudiera ocurrir en la próxima justa paralímpica en París-2024, Durand, con su habitual modestia, fue cautelosa: «La meta allí será correr, correr y entregarnos al máximo en la pista para obtener el mejor resultado posible».