Tres jóvenes prestigian la amplia delegación vueltabajera que asistirá al Congreso de la UJC. Son ellos los delegados directos, electos en centros de la producción y los servicios con excelentes resultados, razón por la que tuvieron la oportunidad de escoger entre sus muchachos a aquellos que los representarán en el evento más importante de la juventud cubana.
Sobre sus inquietudes y expectativas dialogaron con Guerrillero, también sobre la magnífica experiencia que fue participar en el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Sochi, Rusia.
DESAFÍOS DE LA JUVENTUD
La única delegada directa del sector de las Comunicaciones en el país al XII Congreso de la UJC es Dayana Ruiz Acosta, quien labora en la División Territorial de Etecsa, Pinar del Río.
Para la joven asistir a la cita de abril es una oportunidad tremenda que, según dijo, la ha sorprendido.
“Desde ya creo que una de las temáticas más importantes que se debe abordar es cómo motivar más a los jóvenes, cómo atraerlos, cómo velar por sus intereses”.
Esta es una cuestión que, precisó Dayana, en Etecsa es prioridad. “Siempre las BTJ y la UJC están haciendo actividades en la empresa, y no solo para los militantes, sino para el universo juvenil y el resto de los trabajadores que se quieran sumar”.
Sobre cómo motivar a las nuevas generaciones Yosbany Romero Cejas, otro de los delegados directos, tiene criterios muy particulares. Su labor como especialista de Calidad en la fábrica de conservas y vegetales La Conchita, le ha valido para saber qué es la responsabilidad y la entrega, pero también le ha proporcionado esos espacios para dialogar con el resto de los trabajadores.
“Creo que lo más importante es que cada quien trabaje o estudie, que haga lo que le corresponda, con deseos, por tensa que esté la situación. La UJC tiene una responsabilidad tremenda en ello. Aquí el comité de base se ha fortalecido, fui su secretario por dos años y siempre hemos funcionado en vínculo directo con los jóvenes que integran el universo; todos somos obreros de La Conchita y aportamos nuestro granito de arena.
“Que los jóvenes se sientan parte de ese resultado, que sean partícipes, que estén a gusto con su trabajo y con lo que reciben por ello es esencial”, argumenta el muchacho.
El tercero de los delegados proviene de otro importante sector. Yosdanky Enrique Pérez Fabra es residente de la especialidad de Medicina General Integral y trabaja en el consultorio número 49 del policlínico 1ro de Enero, de Consolación del Sur.
Sobre el papel de los jóvenes de estos tiempos considera: “Primero tienen que luchar y arraigarse a sus sueños e ideas, sin importar lo que cueste; y agradecerles siempre a aquellas personas que hicieron posible que seamos hoy médicos, ingenieros, maestros y no perder los ideales con que nos educaron y crecimos.
“Creo que los desafíos y retos de estos momentos es todo lo que estamos viviendo, con la agravante de lo que se dice en las redes sociales, un espacio en el que nos quieren desacreditar como país, y para hacerle frente a esta situación estamos los jóvenes al pie del cañón”.
LA EXPERIENCIA DEL FESTIVAL
Cuando resultaron electos delegados directos ya los colmaba la alegría, un sentimiento que se multiplicó cuando supieron que los tres estarían en Sochi, Rusia, en el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.
“Fue una experiencia maravillosa, primero por poder compartir con el resto de la delegación, allí hice amistades de toda Cuba. Pero también fue el espacio para agruparnos e intercambiar ideas, tradiciones, cultura y visiones futuras con otros jóvenes del mundo. Lo más lindo fue ver cómo nos apoyaban en la lucha contra el bloqueo”, asintió Yosdanky.
“Además, fue muy emocionante y de mucho orgullo llegar a cada lugar y escuchar cómo al decir que éramos cubanos vitoreaban: ¡Viva Fidel!¡Viva el Che!¡Viva la Revolución!”.
Yosbany explica que participar en el Festival fue la oportunidad para interactuar con jóvenes de cerca de 180 países. “Allí pude transmitir el amor y solidaridad del pueblo cubano, y recibir mucha gratitud de parte de otras naciones. Pude sentirme orgulloso de que al decir que era cubano, causaba una impresión fascinante para jóvenes de otros países, ya que conocían a Cuba solo por referencia y sentían admiración.
“Lo más impresionante que viví fue sentir el amor que le profesa el pueblo de Viet Nam a la Revolución cubana; el amor por la figura de Fidel Castro, ya que más de 40 años después de los hechos ocurridos en ese país, Cuba sigue en su memoria. Es muy bonito el agradecimiento y admiración que preservan a través de los años por este pueblo que en su momento supo apoyarlos”.
Cada quien tiene sus propias vivencias del Festival. Para Dayana fue un momento único e inolvidable: “Conocer otras culturas y en un país como Rusia, hermano de Cuba, fue una grata experiencia. Por otra parte, compartir principalmente con delegaciones latinoamericanas y comprobar el apoyo y la admiración que tantos países tienen hacia nosotros, es algo que te hace sentir que esta patria no está sola, que el mundo nos respalda y defiende nuestras causas.
“Aunque se trata de una fiesta de las juventudes, nuestro objetivo como delegación era hacer llegar a todas latitudes la denuncia al bloqueo y al genocidio en Gaza, alzar la voz por ese pueblo y que el resto de los países nos siguieran, como ocurrió”.
Por estos días se preparan para asistir al XII Congreso de la UJC previsto entre el dos y el cuatro de abril próximos. Una cita relevante, no solo por lo que significa en temas políticos que la juventud cubana se reúna y discuta temas esenciales para la organización, sino por el contexto que vive el país. En las horas más difíciles, Cuba necesita de su juventud.