Que la autonomía no sea consigna; que de verdad cada territorio sea capaz de gestionar los recursos que tenga a la mano; que pueda resolver los problemas de sus habitantes en el menor tiempo posible, o al menos dar una respuesta certera… eso es lo que se espera de cada municipio pinareño en estas horas de recuperación.
Hasta el consejo popular Buena Vista, en San Luis, llegó este equipo de prensa. Allí, donde hace unos meses Guerrillero ayudó a levantar las primeras viviendas del barrio La Quimbería, los tonos grises de Ian aún son visibles.
Una de ellas era la de Simona León, quien recuerda cuando en el mes de abril salía en las páginas del semanario. Por aquel entonces le terminaban su casa y la de otros casos críticos de la comunidad. Hoy nos muestra cómo quedó la vivienda de su padre; cuenta cómo se destruyó el bohío de su hijo y señala los daños que el huracán dejó en parte del barrio.
“Nos dijeron que había que ir poquito a poco porque era mucho”, expresa, pues todavía en su comunidad no han recibido las planillas debido a que hay una sola técnica para el Consejo Popular y son muchos estragos.
Hasta allí, asegura, llegaron algunos colchones y tanques de agua para los casos más vulnerables; por ejemplo, le dieron a su padre de 86 años que perdió todo el techo.
A Simona solo le llevó la pintura de las paredes y le mojó el colchón, lamenta que se le dañó el jardincito, “pero eso se recupera”.
Atenta a la conversación está Arais Valdés León, quien vio temprano en la madrugada cómo la mata de mangos le rompía el techo de la casa que con tanto esfuerzo había levantado.
“Aquí falta mucho por hacer todavía, tenemos casos vulnerables que no han recibido atención. En mi casa todo se me mojó, mi hija y yo nos metimos dentro del clóset, tuvimos que salir corriendo para la casa del frente y allí terminamos de pasar el ciclón. Ahora acomodamos un poco unas planchas de cinc para ir viviendo”, dice, a la vez que muestra los colchones húmedos después de tantos días.
Y justo a la entrada de Buena Vista vive, junto a su hermano, Ángel García, un señor al que aún no le han hecho su planilla ni el levantamiento de los daños. “Hace 22 años vivo aquí, y ni Isidore ni Lili hicieron lo que este”, apunta para ejemplificar la furia de Ian en esa parte de la geografía pinareña.
En visita reciente a la provincia Manuel Marrero Cruz, primer ministro, precisó que en el actual contexto, son prioridades para Pinar del Río concluir el levantamiento de los daños, agilizar la entrega de materiales, restablecer su producción y lograr la participación popular en las labores de recuperación.
En tanto, José Luis Tapia Fonseca, viceprimer ministro, al referirse al trabajo en las oficinas de trámites y al diagnóstico de los perjuicios, aseguró que “se trata de un proceso necesario y clave, pero debe ser más ágil e incorporar mayor cantidad de personas para ampliar la prestación de servicios.
“¿Cómo le explicamos al pueblo un problema burocrático y organizativo, que tenemos los recursos y no los hemos entregado? Eso es imperdonable; los materiales no son para almacenarlos sino para distribuirlos”, reflexionó, según un reporte de la ACN.
Al respecto, Ronald Hidalgo Rivera, presidente del Consejo de Defensa Municipal en San Luis, dijo que en ese territorio, uno de los más perjudicados tras el paso de Ian con 1 477 derrumbes totales y 7 829 casas damnificadas, entre ellas las dañadas por eventos anteriores, los técnicos están promediando 20 viviendas diarias.
“Hemos vinculado a los inversionistas de Salud, de Comunales, del Inder, y tenemos 25 estudiantes universitarios que preparamos y les pusimos un arquitecto de la comunidad y un técnico de la vivienda para que los acompañen.
“El llamado, refiere, es que monten la mesa encima de un camión y salgan a los lugares porque la gente no va a llegar a las oficinas de trámites”, plantea a la vez que reconoce que son muchos los daños en el municipio y esta no es tarea de un día ni dos.
San Luis ha recibido hasta el momento más de 1 400 bloques y 3 000 tejas de asbesto cemento, 15 tanques de 200 litros, alrededor de 300 mantas y casas de campaña.
Hidalgo Rivera explicó que permanecen evacuadas 134 personas en el seminternado Santiago Rodríguez, en la Escuela Especial y en la Félix Varela, y que cada uno de ellos tiene prioridad. “Algunos ya disponen de recursos para que terminen su facilidad temporal, otros se reubican. Nos entrevistamos con cada uno”.
SOLUCIONES EN LA MIRA
Yusisleidys Bravo Torres tiene 26 semanas de embarazo y un hijo de 13 años; ellos y su madre María Elsa Torres Iglesias pasaron el huracán en el círculo infantil de Buena Vista. Ahora ya están de regreso al local que los acoge como casa, aunque en realidad no lo sea.
El albergue, como lo denominan en el barrio, sirve de techo a varias familias, pero quedó en peores condiciones de las que ya tenía.
Yusisleidys asegura que la enfermera la visita diariamente, pero como no tiene problemas con el embarazo no desea ingresar, además, tampoco quiere dejar a su madre y a su hijo solos. Por eso ahora componen con la ayuda de un amigo cuatro paredes como pueden para seguir viviendo ahí.
Ante tan compleja situación y el número creciente de familias que necesitan una vivienda, San Luis ha realizado una propuesta de áreas y locales que se pueden emplear en la construcción de casas.
“Mapificamos el municipio, y ya están los emplazamientos para eso. Detrás de la Terminal de Ómnibus tenemos un área que da 26 viviendas; otra en el camino que da al sector campesino puede alcanzar para unas 25, y una en Santa Fe que puede convertirse en una comunidad agrícola con 18 casas.
“En El Corojo, el área de la escuela especial con sus naves se cogería para viviendas y se haría la escuela especial en el municipio; y allí también hay otra área detrás del taller de La Vigía, donde salen unas seis viviendas”.
Agregó que “todo tiene un estudio de factibilidad, serían 94 inmuebles en total para reubicar a estas personas y, sobre todo, a los casos más críticos”, puntualiza el presidente del Consejo de Defensa en ese territorio.
ALTERNATIVAS PARA LA ALIMENTACIÓN
Uno de los reclamos más recurrentes de los vecinos es la disponibilidad de alimentos, quienes apuntan que solo han recibido galletas, aceite y refresco.
En tal sentido, Hidalgo Rivera señala que se han vendido más de 30 000 raciones. “En Buena Vista se elabora comida a la gente, a precio módico y se lleva hasta las comunidades más vulnerables. También se hacen caldosas y se han incorporado dos cuentapropistas, a quienes se les venden los granos y demás, para que la cocinen y comercialicen a bajos precios. Todo se coordina con las zonas de defensa”.
Agregó que empiezan a recuperar los canteros y semillas para garantizar cultivos de ciclo corto y recientemente orientaron que cada cooperativa hiciera al menos, un horno de carbón, para después recogerlo todo y venderlo a la población.
Aprovechar las iniciativas locales, explotar los recursos de cada localidad, velar por que los materiales no “se pierdan por el camino”, y agilizar los procesos es una tarea que no puede quedar para mañana.
Todo lo que se haga para satisfacción de la población es poco, sobre todo, allí donde la gente es más humilde.