Personas y familias sin suficiente solvencia económica para satisfacer sus necesidades cotidianas son beneficiadas en Pinar del Río con ayudas y prestaciones monetarias, como parte de las políticas sociales implementadas por la Revolución para que nadie quede desamparado.
Más de 300 trabajadores sociales de la provincia contribuyen a esos propósitos y, específicamente durante más del año y medio transcurrido desde la irrupción de la COVID-19, se encargan de tramitar esos servicios y la entrega de recursos a los beneficiarios de la asistencia social.
Especial énfasis, en convenio con Gastronomía, se ha otorgado al Sistema de Atención a la Familia, con miras a asegurar el adecuado funcionamiento de ese proceder surgido en 1996 y concebido con la finalidad de complementar la alimentación de adultos mayores, personas con discapacidad, embarazadas con alto riesgo y casos sociales críticos, los que presentan insuficientes ingresos y los carentes de familiares en condiciones de prestar ayuda.
La entrega de refuerzo económico a aquellos núcleos con insuficiente disponibilidad monetaria para comprar sus alimentos y dar respuesta a otras necesidades fundamentales fue destacada a la radio provincial por Belén Martínez Marto, jefa del Departamento de Asistencia Social, de la dirección provincial de Trabajo y Seguridad Social en Pinar del Río.
Afirmó que incluso existen condiciones para comprar productos no solo en las entidades estatales, sino además en el sector cuentapropista, para hacerlos llegar a los beneficiarios.
Precisó que actualmente de conjunto con Copextel se encargan de la instalación de las llamadas cajitas decodificadoras de la señal de la televisión digital a asistenciados de la provincia, ante la salida por la señal analógica de los canales Educativo y Educativo 2.
La cifra supera los dos mil 200 beneficiarios que ya cuentan con su instalación, quienes recibieron de manera gratuita, incluida además la antena, el bajante y los conectores, de cara al llamado apagón analógico en el occidente de la isla.
Agregó que en las prioridades se incluye también la entrega de módulos con productos de primera necesidad a familias vulnerables y a niños con bajo peso, a escala de consejos populares.
Política permanente en Cuba resulta la atención a las personas más vulnerables, aun en el contexto excepcional por el que atraviesa la economía nacional, afectada por la COVID-19 y el inhumano bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos.