El plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático, o Tarea Vida como se conoce en escuelas, barrios y centros de trabajo, se aprobó por el Consejo de Ministros en 2017, inspirado en el pensamiento de Fidel que, desde el año 1992, anunciaba acerca del peligro que el fenómeno natural representaría a la especie humana.
Con acciones progresivas concebidas hasta 2100, en la actualidad cierra el ciclo de ejecución de su primer trienio de vida, orgullosa de poder mostrar resultados y de atesorar luces y sombras, que indicarán los pasos a seguir en la siguiente fase, extensiva hasta 2030.
Para Pinar del Río, las acciones se proyectaron, en un principio, para siete municipios, pero los estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgos realizados en la provincia incorporaron otras áreas con fragilidad al cambio climático, razón que expandió gradualmente la Tarea a todos los territorios vueltabajeros.
Cabe resaltar que los efectos del cambio climático como la alteración de las precipitaciones (sequías y aumento del nivel medio del mar) y las variaciones de temperatura, afectan cada vez más a la provincia, provocando elevados costos económicos, sociales y ambientales.
Para ilustrar con ejemplos: el incremento del nivel medio del mar pronosticado a los años 2050-2100 genera daños en 13 de los 19 asentamientos humanos costeros de la provincia, de ellos La Bajada, Bailén, Punta de Cartas y La Coloma se mantienen severamente impactados desde la última década, sin variación de comportamiento hasta la fecha, realidad que reafirma la necesidad de concentrar esfuerzos y talentos, de cara a la sostenibilidad.
Con la misma severidad, la actividad agropecuaria se perjudica con la reducción de los rendimientos potenciales de algunos cultivos (papa, arroz y tabaco) debido a los cambios en la duración total de los ciclos y la contracción de áreas agrícolas por déficit de agua para el regadío, la salinización y la degradación de los suelos, lo que conlleva a disminuciones en la producción agrícola y la crianza de animales.
Frente a esta realidad, con la conducción técnica y control del Citma y la dirección del Partido y Gobierno, en el trienio se ha logrado armonizar una estrategia integral para la atención e introducción de medidas de adaptación y mitigación, que ejecutaron 123 acciones, incorporadas a los planes de la economía de los sectores, con flexibilidad para acomodarse a demandas y emergencias de cada localidad.
En el periodo se establecieron regulaciones para evitar nuevas construcciones para las zonas vulnerables La Bajada, Las Canas, Cayo Jutías, Puerto Esperanza y Dayaniguas pertenecientes a los municipios Sandino, Pinar del Río, Minas de Matahambre, Viñales y Los Palacios, respectivamente. Se actualizaron los planes de ordenamiento de cinco asentamientos costeros y se crearon condiciones para la reubicación en El Vallecito, municipio de Sandino, del poblado La Bajada.
La Tarea Vida en Pinar del Río ha gestionado soluciones naturales para la protección de los ecosistemas costeros. Resalta el de mantenimiento y conservación de diez playas, recuperación de 200 hectáreas de manglar, reforestadas más de 6 000 de bosques y restauradas cerca de 500 metros cuadrados de arrecifes coralinos en la Península de Guanahacabibes.
El plan de medidas para el enfrentamiento al cambio climático en el sector agrícola impactó con resonancia en la Empresa Agroindustrial de Granos, que ajustó el plan de siembra de arroz utilizando cinco variedades resistentes a condiciones adversas, cubriendo 12 hectáreas que representan el 27 por ciento del área de cultivo de la provincia.
Relativo al agua, se concluyeron 16 obras que mejoran la calidad y disminuyen los ciclos de entrega, entre las que sobresale la rehabilitación de la conductora de abasto del hospital Abel Santamaría, que suministra a los principales centros de salud de la cabecera provincial, y la del pueblo de Santa Lucía con beneficios para alrededor de 500 pobladores. También se ejecutó la construcción del canal de desvío del arroyo Yagruma, gracias a lo cual 3 000 habitantes pueden descansar sin temor a inundaciones.
Asociado a la energía, cinco parques solares fotovoltaicos se instalaron en el trienio, pertenecientes a la Empresa Eléctrica Pinar del Río, que como promedio anual evitan la emisión de cifras superiores a las 18 000 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera y ahorra cerca de 6 000 de combustible.
No obstante, la Tarea Vida reconoce que su garantía, de cara al desarrollo sostenible, está en la cultura ambiental del pueblo, sobre todo de sus generaciones jóvenes, por lo que la Dirección Provincial de Educación jugó un rol fundamental a través del diseño de nuevas propuestas didácticas que se integraron a clases y actividades prácticas y complementarias como círculos de interés, concursos, barrio debates, trabajos investigativos, sociedades científicas, proyectos socioproductivos, eventos, declaración de aulas ambientalistas y atención a las cuencas hidrográficas de los márgenes de los ríos.
Para aportar la base científica y multidisciplinaria que este empeño requiere, la Universidad de Pinar del Río impartió sobre el tema más de 42 cursos de pregrados, desarrolló 30 actividades metodológicas y convocó a certámenes donde se presentaron cerca de un centenar de trabajos científicos y tesis en las maestrías de eficiencia energética, agroecología y gestión ambiental.
Desde diversos sectores la tarea se consolida, madura. Un nuevo ciclo comienza y, con él, nuevos desafíos dirigidos a reforzar el trabajo intersectorial, la ciencia y la tecnología en la solución de problemas ambientales y la educación masiva de la población para que la relación con la naturaleza sustituya la amenaza por la vida.