En el año 1981, a partir del desarrollo de las inversiones en el sector de la agricultura en Cuba, se creó la Empresa Nacional de Proyectos Agropecuarios (ENPA) para dar respuesta a la demanda de los planes inversionistas del sector. Aunque su denominación y estructura cambiaron para convertirse en la Empresa de Proyectos e Ingeniería del Ministerio de la Agricultura, las siglas ENPA continúan como el nombre comercial de la entidad.
Podría decirse que son los encargados de impulsar la actividad agrícola en la provincia, pues en su misión principal está contribuir al desarrollo agropecuario y forestal mediante la concepción y ejecución de inversiones con servicios de consultoría, ingeniería y diseño.
IMPULSAR LA AGRICULTURA
Félix Travieso Pérez, ingeniero civil y director de la UEB, es fundador y el único trabajador que se ha mantenido activo ininterrumpidamente desde el comienzo. Impresiona escucharlo hablar de su colectivo y de todo lo que han logrado durante 40 años.
“Tenemos un amplio espectro de servicios a partir de los diseños de obras de arquitectura, ingeniería, riego; también existen proyectos de riesgos y vulnerabilidad, así como estudios de factibilidad económica.
“La ENPA fue la primera entidad que logró certificar sus sistema de calidad en la provincia y fuimos también la primera del Minag en Pinar del Río en tener un sistema integrado de gestión, en el que se une calidad, medio ambiente y seguridad y salud en el trabajo”, afirmó.
“A lo largo de estos años, en las diferentes estructuras hemos trabajado en inversiones muy importantes. Por ejemplo, el memorial de Los Malagones existe porque antes de su ejecución, desde aquí se logró un proyecto que regulaba las aguas que inundaban la comunidad El Moncada, con un complejo de micropresas. A partir de que hubo la certeza de que nunca más se iba a inundar se indicó construir el memorial”.
La ENPA es la proyectista principal del aserrío Combate Las Tenerías en Guane y de otros más en la provincia, de sistemas de riegos con tecnología de pívot central, de tratamiento de residuales para convenios porcinos, de la planta de beneficio de semillas en Los Palacios, por solo citar algunos.
“He tenido la oportunidad de presentarle al presidente Miguel Díaz-Canel, en dos ocasiones, obras como el programa de desarrollo del polo Hermanos Barcón y el de aprovechamiento de las aguas del complejo hidráulico Cuyaguateje, que va a permitir un polo productivo desde Manuel Lazo hasta Cortés.
“Actualmente trabajamos en convertir algunas de las antiguas escuelas en el campo que están en desuso en escogidas y depósitos para el tabaco, en dos proyectos de desarrollo local relacionados con el ecoturismo en La Palma y en casas de cultivo en Emincar para garantizar las hortalizas de los trabajadores y la comunidad de Santa Lucía, a partir de un donativo que se hizo”, añadió Travieso.
Además de haber obtenido el premio de la calidad en tres ocasiones, la UEB ha recibido reconocimientos del Citma por el trabajo que realizan siempre en correspondencia con la Tarea Vida y la protección del entorno.
UN COLECTIVO, UNA FAMILIA
La ENPA pinareña tiene una plantilla de 87 trabajadores, 56 de ellos son técnicos y profesionales en diferentes áreas: arquitectos, ingenieros civiles, hidráulicos, agrónomos, forestales, economistas, geógrafos y aerofotogeodestas, esta última una de las especialidades más necesitadas y que ya no se forma en el país.
Según Ileana Morales Carrazana, especialista superior del grupo técnico y de desarrollo, la permanencia en la entidad promedia los 20 años.
“Algunos llevamos 30, y eso hace que exista un alto sentido de pertenencia y compromiso con la empresa. Tenemos dos departamentos, uno de Diseño y otro de Servicios ingenieros”.
Roberto Fernández Triana, también con 30 años de labor en la UEB, es el jefe del departamento de Diseño, en el que se incluyen grupos de ingeniería, arquitectura, topografía, hidromejoramiento, desarrollo agropecuario y estudios de factibilidad, entre otros.
“Contamos con cierta estabilidad en el departamento, no hay éxodo de personal, y aunque necesitamos incrementar algunas especialidades, hacemos un buen equipo. Hay ocho especialistas superiores, con un vasto conocimiento y que dominan todos los procesos de la agricultura”, afirmó Fernández Triana.
Fernando González Ortega es uno de los especialistas superiores del departamento de Servicios ingenieros y lleva 10 años en la ENPA, comenta orgulloso sobre el sacrificio del colectivo y especialmente de la cohesión y la preparación de los profesionales.
“Contamos con mucho prestigio en el país y eso se ha logrado por el buen desempeño de todos. A pesar de las limitaciones que existen con los recursos y de la situación de la pandemia el trabajo no cesa, se labora actualmente en varios proyectos importantes como el secadero de arroz del kilómetro 12 de La Coloma, en la planta de polvo de moringa El Pitirre, en biodigestores de la pecuaria Camilo Cienfuegos, en la incorporación de una nueva nave inteligente de gallinas ponedoras en la UEB 28 de Enero…”.
EL RELEVO GARANTIZADO
En cuatro décadas de labor mucho han evolucionado, tanto en la tecnología, con el uso de programas digitales y coordenadas satelitales, como en la incorporación de jóvenes profesionales.
Julio César Borrego y Eriel Medina, arquitecto e ingeniero hidráulico, respectivamente, son ejemplo de ello. Con solo 30 años ya ambos son especialistas A y sus proyectos cuentan con gran reconocimiento.
“El trabajo me ha forjado, salí con una buena preparación teórica de la universidad, pero es aquí donde me he convertido en ingeniero realmente y todo gracias al colectivo y a la experiencia laboral que hay. Gran parte de mis éxitos se deben a mis compañeros de trabajo”, afirma Eriel, quien ha diseñado sistemas de redes contra incendios y complejos acuícolas.
Julio César, por su parte, refiere que ser parte de proyectos novedosos de desarrollo local que buscan otros paradigmas en cuanto al turismo de naturaleza, como el que se gesta en La Guacamaya, en La Palma, es muy importante siendo tan joven.
“Es algo que satisface mucho. Además, gracias a la tecnología somos parte de un nuevo sistema de trabajo y mejoramos en la calidad y el tiempo de respuesta”, asegura este joven que dice no conformarse, pues la superación constante es una de sus metas.
SIEMPRE HAY RETOS
El salario medio en la ENPA es de 4 000 pesos. En relación con la Tarea Ordenamiento, afirma su director que no han tenido dificultades, nadie se ha quedado sin empleo y a partir del reajuste de los precios trabajan con el objetivo de negociar con los clientes para que al cierre de cada trimestre tengan resultados favorables, ya que hay que manejar los gastos a punta de lápiz para distribuir las utilidades.
Sin embargo, considera que aunque cuenta con jóvenes muy competentes, entre los retos que tienen está el de lograr una mayor incorporación de especialistas graduados para la utilización de la tecnología en el diseño.
“La ENPA tiene que mantenerse como una organización viva. Es un engranaje con tres elementos claves: capital humano, tecnología y transporte. Hoy no llegamos a cubrir el ciento por ciento del proceso inversionista para que las obras se ejecuten en el menor tiempo posible y puedan dar los beneficios que se esperan, debido a las limitaciones que existen”, concluyó.
Con la premisa de aplicar tecnologías modernas y eficientes, con especialistas competentes permeados de un pensamiento científico e innovador, contribuye esta entidad pinareña al desarrollo agrícola de la provincia. Ellos, conscientes del compromiso que implica su trabajo en garantizar la seguridad alimentaria del país, pondrán todo su empeño, de seguro, por muchos años más.