Un pilar esencial en la política cultural cubana es, sin lugar a dudas, la enseñanza artística. Enfocado en ello, la provincia trabaja con fuerza para fortalecer su sistema perteneciente a este sector.
En aras de conocer cómo marcha el proceso docente educativo en la escuela de arte Pedro Raúl Sánchez, Guerrillero dialogó con estudiantes, profesores y directivos de esta institución.
Con una matrícula de 316 alumnos en las especialidades de Música, Danza y Lírico como Unidad Docente, el centro sostiene que lo más importante es consolidar una formación general que les permita a los estudiantes enfrentarse a un público seguros de sí mismos y con una presentación de calidad.
Al respecto, Doraima Díaz Silva, directora de la escuela, asiente que trabajan en función de la demanda de artistas que tiene el territorio.
“Tenemos carreras largas a las que se ingresan desde segundo grado, y cortas que empiezan desde primero. La escuela hoy labora en colectivo y tiene como objetivo enaltecer y fomentar lo más autóctono de la cultura cubana.
“Para ello no solo trabajamos en el marco de la institución, sino que los estudiantes en su formación se relacionan con la comunidad y con artistas de prestigio en la provincia, pues necesitan probarse y desempeñarse en otros escenarios”.
En correspondencia con esto hoy la “Pedro Raúl Sánchez” posee espacios fijos en la Uneac y en la AHS, y se puede disfrutar de las presentaciones de los alumnos en instituciones reconocidas como el teatro José Jacinto Milanés.
Estos son espacios esenciales para dialogar no solo con el público, sino con artistas consagrados, muchas veces también profesores de la escuela.
Al referirse a la disponibilidad de instrumentos y útiles para el desarrollo de las especialidades, la directora manifestó que planifican el presupuesto para adquirir, en la medida de lo posible, estos artículos que demandan, sobre todo la especialidad de Danza.
En el caso de la Música sí disponen de instrumentos, reciben donativos, y una vez que el estudiante se gradúa ese equipo regresa a la escuela. Las reparaciones corren a cargo del presupuesto de la institución.
EL RIGOR DE LA ENSEÑANZA ARTÍSTICA
Señala la directora que en la actualidad la proyección artística en el centro tiene un despertar, “y eso es precisamente lo que anhelaban los muchachos”.
Coincide con su reflexión el subdirector de la escuela, Michael García, quien asiente que se afanan muy fuerte en la proyección artística de los estudiantes: “Para un alumno de Música debe ser muy importante presentarse en un festival como el que tuvieron recientemente en el teatro Milanés, por ejemplo.
“Hemos rescatado ese festival y con él los muchachos se sintieron bastante motivados; se prepararon y lo hicieron con mucha seriedad, pues saben que no pueden ir a un escenario sin tener pleno conocimiento del instrumento y entienden, además, que deben elevar el nivel cultural porque el evento se proyecta por todas las redes sociales y asisten a él muchísimas personalidades”.
Asegura el subdirector que los caminos de la institución docente están bien enrumbados, siempre desde el rigor y la seriedad que conlleva la formación.
Lorani Mauri Márquez estudia clarinete y tiene 14 años. Su experiencia más reciente fue el Festival de Música que la escuela presentó la semana pasada ante un público exigente y conocedor.
“Llevo cinco años en el centro. Para el evento estudié muchísimo y tuve el apoyo de mis profesores. Allí me sentí realizada porque es lo que me gusta y lo que estudio. Voy a enfrentarme a un pase de nivel, estoy en quinto año y eso me ayuda, me da preparación, uno pierde el miedo; ya había estado en otros festivales, y siempre se aprende en ellos”, asegura la joven.
A su escucha está el profesor, músico y director de la Camerata Éxtasis, Liván Labrador. Con más de 15 años de experiencia en la docencia comenta que la cultura no escapa al éxodo de profesionales que ha perjudicado de alguna manera a una parte importante de los sectores del país.
“Muchos artistas tienen ofertas de trabajo en otros lugares, y eso ha conspirado contra el rigor pedagógico al carecer de maestros en distintos momentos, pero gracias a las graduaciones y a los buenos alumnos egresados hemos tenido una recuperación paulatina de la enseñanza en la provincia”, precisó.
En tiempos precedentes no fueron pocos los reclamos y preocupaciones que, asociados a la calidad de la enseñanza artística y las condiciones de la escuela, fueron esgrimidos en asambleas de balance de la Uneac y de Cultura.
Tras un grupo de decisiones administrativas la escuela posee un mejor desempeño.
“Hoy los profesores trabajan con mucha más claridad y el centro dispone de una mejor visión y proyección. Pinar del Río ha gozado siempre de buenos maestros; ese ha sido un lujo de esta provincia. Alumnos de otros territorios venían históricamente a hacer aquí su nivel medio por el gran claustro que tenía el centro, y en estos momentos hemos ido ganando en materia de organización pedagógica, que nos hacía mucha falta”, refiere Liván Labrador.
Agrega que, además de los espacios habituales en la Uneac, se retomaron los conciertos por temporadas que se hacían desde 2005 y que estuvieron suspendidos por unos 10 años.
Defiende el profesor que el espíritu artístico y de apreciación de las artes debe venir desde la misma dirección para poder impregnar ese sentido en educandos, profesores y en el resto del personal de la escuela.
Hoy se labora con empatía hacia la enseñanza, lo sienten los profesores y los estudiantes, asegura Labrador, para quien no dejan de aparecer cuestiones esenciales que aún hoy están pendientes de análisis como la confluencia de alumnos de diferentes edades en una misma instalación.
“Los educadores trabajan con alegría, y eso nos da mucha libertad para poder crear y hacer actividades extracurriculares en beneficio de los muchachos, porque todas estas presentaciones que se hacen tienen como propósito formarlos como artistas, como profesionales; no solo pueden estar preparados desde el conocimiento técnico académico, en el rigor del instrumento y de las asignaturas teóricas, sino ya en la preparación de enfrentar un público, en el cómo se hace, cómo se viste, cómo se sienta y proyecta un artista”.
UN ANHELO DE TODOS
Que Pinar del Río posea nuevamente la enseñanza del Ballet ha sido por años un reclamo de los vueltabajeros. Un anhelo que cada vez parece estar más cerca.
Sobre ello, Doraima Díaz Silva apuntó que hoy se disponen de los estudiantes para el ingreso, de los profesores, de la tradición vueltabajera en esta profesión y de las condiciones materiales para iniciar.
“Estamos enfrascados en que se haga la apertura de la especialidad después de tantos años. Como estrategia iniciamos los talleres de ballet que han tenido excelentes resultados y que son una muestra de todo lo bueno que se puede lograr con su enseñanza aquí.
“En estos momentos esperamos una decisión, una aprobación que nos trasciende, que no depende solamente de la provincia, pero debemos decir que hemos contado, no solo para el rescate de la especialidad, sino para ayudar a la escuela en sentido general, con el Partido, el Gobierno y las instituciones de la Cultura en Pinar del Río”.