Roberto Carlos Braga Moreira, más conocido como Roberto Carlos, es uno de los baladistas brasileños más importantes de todos los tiempos, y a lo largo de su carrera ha conquistado los corazones de millones de fanáticos alrededor del mundo. Nació el 19 de abril de 1941 y es hasta la fecha poseedor de un estilo único que lo ha consagrado en el mundo artístico.
Más de 150 millones de discos vendidos respaldan una exitosa carrera con canciones en portugués y español.
Estas son algunas curiosidades de su vida: inició su carrera cantando a la corta edad de nueve años… Si colocas toda su discografía de oro y platino de un lado al otro pueden dar la vuelta al estadio Maracaná (el estadio de fútbol más grande de todo el mundo)… A los seis años sufrió un lamentable accidente al ser atropellado por un tren a vapor por el cual perdió su pierna derecha y desde ese día usa por debajo de la rodilla una prótesis… Es el único artista que editaba más de dos discos por año, uno en portugués y el otro en español, además de tener la mayor cantidad de venta en discos, por encima de The Beatles y Elvis Presley en toda América Latina… El astro del fútbol, Roberto Carlos, lleva ese nombre en honor al famoso cantante… Hizo uno de los sold out más exitosos de su historia el 24 y 25 de mayo de 2007 en Miami, después de no haber realizado un concierto en 10 años en esa ciudad, las entradas se agotaron en 48 horas… Padece de un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) que lo lleva a vestir siempre de los colores celeste, blanco y azul. Así, el azul se volvió su color favorito… Es muy supersticioso. Considera que agosto es de mala suerte, por ejemplo, y por eso nunca se presenta en conciertos ni graba discos en ese mes. Además, nunca firma contratos en luna menguante, siempre entra y sale por la misma puerta, y evita pronunciar palabras como infierno, azar y maldad, e incluso, si están dentro de sus canciones, las sustituye por otras.
MUJERES ESCRITORAS. SAFO de Lesbos. Aunque el bisexualismo fue algo común en las antiguas Grecia y Roma, recordemos los amores de Platón y otros filósofos con bellos mancebos o el dicho popular sobre el gran Julio César que lo definía como «el amante de todas las romanas… y de todos los romanos», en cambio, Safo será para muchos una griega que se acostaba con mujeres. Y sí, es cierto que tuvo amantes mujeres, pero también hombres, por ejemplo, el poeta Alceo, su pareja durante largo tiempo. No obstante, aun cuando se sabe que ella amó con ardor a algunas discípulas, también las preparaba para un futuro casamiento heterosexual como reinas de su casa que sabían recitar, bailar, tocar instrumentos.
Jamás pisó Atenas. Porque sus mármoles, su democracia, el gobierno de Pericles, a diferencia del resto de Grecia, tenían a la mujer como lo más parecido a la nada: prisioneras de su casa, ignorantes, solo útiles para criar hijos y ejercer sus labores de cocinar y fregar…
Despojada de todo prejuicio y contrario a convencionalismos y preceptos sexistas, en sus poemas exaltó sin mordaza su amor por las mujeres, confesó su dolor y su desesperación cuando alguna la abandonó. Todo esto llevó a que no solo el papa Gregorio VII mandara a quemar su obra, sino que esta fuera por mucho tiempo víctima de la censura.