Bayamo.-Este miércoles si la lluvia no hace acto de presencia en el Mártires de Barbados de la Ciudad Monumento, llegará a su final la campaña beisbolera número 61 de la pelota cubana.
La noche antes los integrantes de las dos selecciones contendientes se cruzaban por los pasillos del hotel Sierra Maestra en un ambiente tranquilo, donde otros huéspedes que no siguen el béisbol jamás podían imaginar las batallas que han librado estos hombres en el terreno de juego durante más de diez días.
Leandro Martínez, ese lanzador zurdo de 42 años que se subirá a la lomita de los suspiros en el último partido defendiendo a los Alazanes, se topó con el también siniestro Yamichel Pérez a la salida del restaurante, el serpentinero que estará en la trinchera opuesta representando a los Cocodrilos.
Ambos se saludaron porque han dejado el traje de adversarios en sus respectivas bancas, y saben que la grandeza del deporte está ahí, en el comportamiento fraterno con los oponentes.
Martínez ha salido dos veces frente a los matanceros en esta final, y aunque se ha ido sin decisión, apenas le conectan para 178 Ave sus contrarios, y en 13 entradas de trabajo solo le han podido anotar un par de carreras limpias.
Pérez por su parte, ya tiene una victoria ante los granmenses en estos playoffs, y en 14 episodios laborados ha aceptado la misma cantidad de hits, aunque gracias al apoyo de su defensa, solo le han podido pisar el home-plate en cuatro oportunidades.
Unas horas después, en el lobby de la instalación, pude ver al director de los saurios Armando Ferrer y a parte de su cuerpo de dirección, analizando el partido de esta jornada, retransmitido por la Televisión Cubana.
Carlos Martí, el timonel de los caballos orientales, no se encuentra hospedado acá por tener a su señora madre con problemas de salud, pero sus edecanes han recibido las instrucciones precisas, en vísperas del desafío crucial.
Los atletas deambulaban por los espacios en pequeños grupos, bromeaban, y se mezclaban con sus rivales, y al ver esas escenas bajo una bandera blanca imaginaria que se me antoja ondeando en la entrada del hotel, pienso en lo que puede suceder en las últimas nueve entradas de esta contienda que comenzó hace cinco meses atrás en esta misma ciudad, célebre por su historia gloriosa y por la humildad de sus habitantes.
Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Los anfitriones saldrán a buscar su cuarta corona nacional, un privilegio que solo los llamados cuatro grandes de la pelota cubana pueden ostentar en series nacionales.
Todas ellas bajo el mando de Martí, quien se convertiría en el segundo manager más ganador de títulos de la pelota cubana, empatado con el santiaguero Higinio Velez y el habanero Ramón Carneado, detrás del pinareño Jorge Fuentes.
Los Cocodrilos saldrán a la grama a pelear por el séptimo título de la provincia en nuestros torneos domésticos, dos de ellos con el nombre de Matanzas en el pecho de los uniformes.
Ferrer estaría completando sus tres temporadas en el banquillo de dirección con una cosecha envidiable de par de coronas y un subcampeonato, hazaña que muy pocos han podido lograr en todos estos años.
El duelo está pactado para hoy a las 2:00 p.m., y ya todo está dicho. Los atletas entraron temprano a sus habitaciones a visualizar el combate y a recuperar energías perdidas. Son los dos mejores equipos de Cuba, pero sólo uno podrá subir a lo más alto del podio. Nos vemos en el estadio.