Una vez más Erick Hernández se erige como rey del dominio del balón, tras implantar, el pasado sábado, en el capitalino hotel Copacabana, una nueva plusmarca mundial.
Erick le pegó a un balón de fútbol, sin dejarlo caer al suelo, por espacio de 12 horas, seis minutos y diez segundos, con lo cual superó el registro de 12 horas en poder del iraní Saeid Momivand.
«Este récord demanda una preparación muy rigurosa y una disciplina tremenda en el entrenamiento. En realidad, el trabajo para lograrlo comienza mucho tiempo antes de esas 12 horas: exige muchas más de preparación», comentó a Jit.
Varias de las marcas de Hernández están plasmadas en el libro Guinness de los récords. Esta, a sus 57 años, también pudiera ser homologada.