Con la incorporación progresiva de la termoeléctrica Antonio Guiteras, de Matanzas, la provincia de Pinar del Río respira y vuelve a la normalidad energética, pero nadie puede asegurar que no ocurrirán más apagones, porque las roturas son impredecibles.
Además, sería deshonesto negarlos, máxime después de una entrevista con Yosvani Torres Hernández, director general de la Empresa Eléctrica de Pinar del Río, quien con sentido responsable explica cuál es la situación actual y aclara lo sucedido en días anteriores.
“Por supuesto, si no hay roturas no habrá grandes apagones, pero debemos entender que siempre habrá máquinas que deberán parar para labores menores y cuando haya que apagar será de forma organizada y debidamente anunciado”.
Esta es la respuesta que muchos quieren escuchar, pero vale aclarar lo sucedido en los días anteriores, porque lógicamente creó un ambiente enrarecido en las redes sociales y en la población, pero la explicación del ingeniero puede esclarecer las dudas.
“El sistema eléctrico funciona como una malla, entrelazado desde el oriente hasta el occidente. Toda la generación que tenga Pinar del Río, parques solares, grupos electrógenos de diésel y de fuel, hidroeléctricas, minihidroeléctricas, incluso, toda la generación como la termoeléctrica que tiene Mariel y así sucesivamente hasta Guantánamo, está interconectada y la energía nacional va de un extremo a otro en la medida que haga falta.
“Cuando ocurrió el fenómeno tecnológico de los últimos días en el oriente del país, que falló la línea que va entre Nuevitas y Holguín, al partirse el conector produjo una distorsión, que nosotros le llamamos variación de la frecuencia del sistema y sacó fuera del servicio las centrales de Holguín, Felton Uno y Dos más los motores de fuel de Moa, y todo lo relacionado con diésel y fuel en el resto de esas provincias; por eso paralizó todo el oriente desde Granma, Guantánamo y Holguín, pero eso a la vez, creo una perturbación de frecuencia del sistema que sacó otras plantas del lado nuestro y nos perjudicó a nosotros.
“La generación que quedó en línea tenía que suministrar al resto del país, incluso hasta a las provincias orientales.
“Cuando se tienen esas plantas fuera de servicio, además de las que estaban anteriormente, se crea un caos mayor en el suministro de electricidad y hay que quitar 60 o 75 megawatt, dañándose todo. Pero se fue normalizando allá y nos quedamos con el otro problema que existe de las máquinas que en estos momentos están fuera del servicio por diferentes razones. Son equipos que aportan de un extremo a otro del país.
“En Pinar del Río no tenemos grandes emplazamientos, solo grupos aislados y baterías de diésel y fuel, por eso necesitamos recibir lo que llega de allá, y cuando esas plantas arrancan no están funcionando el día entero, pero cuando lo hacen aportan al sistema.
“Nuestras plantas son de generación distribuida, pero no diseñadas para uso permanente, son para cubrir determinados momentos; la generación diésel nuestra no está diseñada para 24 horas y el fuel, aunque un poco más fuerte, sí puede estar más tiempo.
“La situación creada por la salida de la ‘Guiteras’ provocó que quedaran 260 megawatt fuera del sistema, con Felton Uno y Dos fuera llegaron a 500, más otras por diferentes motivos, y es difícil con la restante generación cubrir ese déficit.
“Ahora ya está ‘Guiteras’ en línea, ya no tenemos la gran cantidad de apagones de días atrás, por lo que hemos podido ajustar los cortes al horario previsto para cada bloque, pero no podemos asegurar que alguna máquina no falle”, dijo Torres Hernández.
Pese a las explicaciones dadas por el director general de la Empresa Eléctrica de Pinar del Río, algunas personas no entienden lo de los mantenimientos, que no son trabajos de dos o tres días, algunos llevan meses y con alta exigencia de materiales, herramientas, piezas y la adquisición donde no interrumpe el bloqueo, con precios muy elevados y, encima, muy distantes.
Esta vez capeamos el temporal, pero no estamos exentos de situaciones similares, las autoridades del país tienen el asunto de primera urgencia, dedican todo el tiempo y los recursos necesarios, porque el pueblo y la economía lo necesitan, pero lo impredecible no está escrito.