La historia de La Habana probablemente sería distinta sin el protagonismo del intelectual cubano Eusebio Leal, cuyo fallecimiento conmocionó a personalidades de múltiples países.
El Doctor en Ciencias Históricas y Maestro en Ciencias Arqueológicas se convirtió en una especie de mediador entre el pasado, el presente y el futuro.
Las reacciones a raíz de su fallecimiento, el 31 de julio anterior, demuestran que marcó a generaciones con una oratoria erudita y una comprensión colmada de humanismo y amor a la Patria.
Gobernantes, académicos, historiadores, artistas, intelectuales, líderes de disímiles gremios lamentaron la pérdida física del Doctor en Ciencias Históricas y Maestro en Ciencias Arqueológicas, galardonado con honores en varias naciones.
Al transmitir sus condolencias a esta isla, la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, calificó al también parlamentario de gran historiador que hizo renacer a la Habana Vieja en todo su valor y belleza, cuyo Centro Histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982.
Embajadores latinoamericanos ante la organización multilateral lamentaron igualmente en las últimas horas la muerte del Maestro en Estudios sobre América Latina, el Caribe y Cuba, a los 77 años de edad.
Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, trasladaron su pésame a la familia de Leal y destacaron su legado como historiador de La Habana, así como los momentos que compartieron con él en noviembre de 2019, durante la visita realizada a Cuba con motivo de la celebración de los 500 años de fundación de esta capital.
Por su parte, el Gobierno de España reconoció que el académico promovió siempre la defensa del legado español en La Habana y, en general, en Cuba, y fue una persona esencial en la profundización de la relación bilateral.
La admiración hacia el historiador generó infinidad de gestos de cariño y reconocimiento a la obra del eminente académico cuya muerte motivó un decreto de duelo oficial por parte del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
Ha muerto Don Eusebio de la memoria enamorada, el que nos hizo llorar y reír con la historia de la nación que somos al darle carácter y alma, poniéndole nombres e iluminando sus oscuridades como quien enciende luces en medio de la noche. Nuestras condolencias a familiares y amigos, expresó el mandatario en su cuenta en Twitter.
Dos libros de condolencia estuvieron abiertos hasta ayer en las provincias de La Habana y Santiago de Cuba para acoger mensajes de tributo a Leal, quien al decir de la poetisa Fina García Marruz, cuando lo olviden los hombres, todavía lo recordarán las piedras.
La obra del investigador resultó trascendental para la conservación del legado de ilustres figuras que constituyen paradigmas en la nación caribeña y en Iberoamérica.
Cuando se piensa en Leal, inevitablemente se le imagina caminando las calles de La Habana por su notable labor al frente de la Oficina del Historiador de la Ciudad, liderando trabajos de rescate y conservación de los valores patrimoniales de la urbe de medio milenio.
Mediante las redes sociales, varias personas convidaron a colgar sábanas blancas en los balcones en homenaje al ser humilde que sabía transformarse en maestro para acercarnos a los más curiosos detalles y secretos de la historia.
Así lo hizo en su programa televisivo Andar La Habana, pero podía suceder con cualquiera, visitante ilustre o persona de a pie, pues Leal jamás subestimó a nadie, ni ostentó con ninguno de los altos galardones que recibió en múltiples países.
Según fuentes oficiales, las honras fúnebres del destacado intelectual se celebrarán en el Capitolio Nacional una vez controlada la epidemia de la Covid-19.
De conformidad con los deseos de la familia de Leal, sus cenizas serán conservadas para que el pueblo de Cuba le rinda el merecido tributo en homenaje a su invaluable obra a favor del rescate, conservación y promoción de los valores históricos de la nación y de La Habana.
Su optimismo y disposición para emprender tareas titánicas como la propia restauración del Casco Histórico de esta capital, lo convirtieron en un hombre imprescindible para la historia de Cuba y el continente.