El presidente demócrata Joe Biden y su antecesor republicano, Donald Trump, que apuntan hoy como candidatos de sus partidos a las elecciones de Estados Unidos en 2024, ya tienen fechas para los debates el próximo año.
La Comisión de Debates Presidenciales anunció fechas y lugares de los tres enfrentamientos de la contienda, que serán, el primero, el 16 de septiembre en la Universidad Estatal de Texas en San Marcos.
Después los candidatos chocarán el 1 de octubre en la Universidad Estatal de Virginia en Petersburg, y el último evento se realizará el 9 de octubre en la Universidad de Utah en Salt Lake City.
El único debate vicepresidencial previsto será en el Lafayette College de Easton, Pennsylvania, el 25 de septiembre.
Desde 1976 se realiza este tipo de discusión de los candidatos para que el electorado se familiarice con sus agendas de gobierno y las opiniones que poseen sobre determinados temas.
Los debates «son la oportunidad de escuchar y ver a los principales candidatos abordar cuestiones serias en un entorno justo y neutral», subrayaron la víspera Frank Fahrenkopf y Antonia Hernández, copresidentes de la comisión, citados en medios locales.
De momento, Trump, quien lidera a sus oponentes en las encuestas para la nominación del Partido Republicano, rechazó asistir a los debates de las primarias en lo que va de ciclo electoral.
En su lugar arremetió con todo y contra todo como ocurrió con la Comisión de Debates Presidenciales que catalogó de «muy parcial» y de estar «repleta de gente que odia a Trump y que nunca fue trumpista».
Sin embargo, la comisión se describe como un ente no partidista que organiza debates para «ofrecer a los miembros del público la oportunidad de afinar sus puntos de vista”, sobre los candidatos.
Las más recientes encuentas dan muy malas notas a Biden y a Trump lo ponen por delante si los comicios fueran ya.
Pero los analistas consideran que de aquí al 5 de noviembre de 2024 falta mucho. Los veredictos del jurado en los juicios de Trump, los acontecimientos imprevistos tanto en el extranjero como en el país y los rigores de una campaña tienen una forma curiosa de alterar lo que puede ser cierto hoy, advierten.