En las próximas décadas, el cambio climático transformará drásticamente la vida en el planeta, incluso si los humanos conseguimos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, según pone de relieve el borrador del informe preparado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), al que ha tenido accesola agencia francesa AFP.
«Lo peor está por llegar», advierte el informe, el análisis más exhaustivo sobre el impacto del calentamiento global, no solo en la salud de los seres humanos, sino en el planeta en general.
Los datos más recientes demuestran que incluso si los humanos limitan el calentamiento global por debajo de 1,5°C, los cambios «progresivamente más serios» e irreversibles ya están en curso.
Según el informe, «las decisiones que ahora toman las sociedades determinarán si nuestra especie prosperará o, simplemente, sobrevivirá a medida que se va desarrollando el siglo XXI.»
Entre las consecuencias casi inminentes, el informe destaca la escasez de alimentos y de agua, las enfermedades, las condiciones meteorológicas extremas, así como los desastres naturales y la migración creciente.
Los expertos recuerdan que las últimas perturbaciones climáticas han modificado el medioambiente para siempre, aniquilando a muchas especies. En el futuro, las tasas de extinción de fauna y flora de serán mil veces más altas que antes del Antropoceno, período geológico caracterizado por el impacto fundamental que las actividades humanos tienen en los ecosistemas de la Tierra. Para 2075, el cambio climático podría reducir la biodiversidad local en un 75 %. Mientras, en el océano las olas de calor marino se harán más frecuentes y desaparecerá el 70-90 % de los arrecifes de coral.
Altas tasas de emisiones de gases podrían conducir a la desaparición de la mitad de toda la selva amazónica y, en consecuencia, a tasas de emisiones aún más altas.
Si bien muchos de los ecosistemas se encuentran hoy más allá de su capacidad de adaptarse a las condiciones cambiantes, los científicos sostienen que «la vida en la Tierra puede recuperarse del cambio climático drástico, evolucionando hacia nuevas especies y ecosistemas».
Sin embargo, no ocurrirá lo mismo con los humanos, pues el impacto del cambio climático en las poblaciones se manifestará en un repunte en los números de migrantes a causa de las enfermedades y desastres naturales, así como a las condiciones climáticas extremas, entre otros factores.
Alrededor de 1.700 millones de personas quedarán expuestas a calor extremo, mientras que cientos de millones más sufrirán un calor mortal, principalmente en África subsahariana y Asia sudoriental. Cada año, 2,7 millones serán desplazados por inundaciones y más de 400 millones de los residentes urbanos se verán afectados por escasez de agua.
Como demuestra el informe, un máximo de 80 millones de personas quedarán expuestas al riesgo de hambruna.
En el mapa que muestra el riesgo de la sequía, se puede observar que las regiones más afectadas serán las de Europa y las de Asia.