Este 21 de diciembre expone en el Memorial José Martí, Juan Suárez Blanco, un artista excepcional, riguroso, experimental.
Sobre su obra el crítico Nelson Herrera Ysla escribió: “Juan elabora una compleja estructura ideoestética que lo mantiene a medio camino entre el arte objetual y el objeto esculturado, en cuyos territorios tienen cabida sutilezas pictóricas que contribuyen a enriquecer un discurso tan sencillo y poderoso como un epigrama, un haiku, un madrigal.
Sus obras, construidas con tantas precisiones que recuerdan a ratos la gran orfebrería, nos envían también señales lejanas desde el universo racional de la gráfica pues somete sus estructuras, en ocasiones, al orden implacable que rige el afiche contemporáneo: tal es el delirio de concentración y alianza que lo anima a crear.”
Por su parte David Mateo lo considera uno de los artistas más representativos del género instalativo en Cuba, con obras que trasciende la perspectiva localista para instaurarse en un nivel estético y conceptual bastante ecuménico.
Juan es un creador introvertido, sumergido en la filosofía y el estudio de la cristiandad, un amante verdadero de la historia del arte.