Carencias diarias que afectan el proceso de aprendizaje, la investigación y el trabajo científico de estudiantes y profesores constituyen los principales daños causados a la Educación pinareña por el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba.
Los efectos de esta cruel política contra el pueblo cubano que se aplica desde el año 1962 se traduce en la acumulación de problemas constructivos, como por ejemplo filtraciones y deterioros de las redes hidrosanitarias y de la carpintería en los círculos infantiles del territorio.
Aracelis Romero Gordillo, jefa del departamento de Primera Infancia en la Dirección Provincial de Educación (DPE), informó que estos daños a veces causan cierres temporales de las instituciones y de salones.
También explicó la imposibilidad de ampliar estos servicios, tan necesarios para la mujer cubana, motivo por el que cerca de 3 000 pinareñas con solicitudes para el ingreso de sus hijos a estas instalaciones aún están pendientes.
La funcionaria se refirió a la rotura e imposibilidad de reparación o reposición de equipos para la elaboración de los alimentos (de procedencia o con componentes estadounidenses), lo que limita la calidad en el aprovechamiento de la materia prima y la presentación, además de que afecta la salud de las trabajadoras debido a que deben realizar su trabajo con dispositivos domésticos o de forma manual, y como ejemplos citó las moledoras de carne y las extractoras de jugos de frutas en todos los círculos infantiles de la provincia.
Expuso la carencia de materiales didácticos y medios para el desarrollo de hábitos, habilidades y capacidades fundamentales en el posterior desarrollo de los niños en círculos infantiles, como son los instrumentos musicales, pelotas, aros y equipos múltiples para el desarrollo de habilidades motrices.
Romero Gordillo dijo que se afecta además la adquisición de mobiliarios, en muchos casos con más de 20 años de uso continuado.
En un informe del departamento de Educación Especial de la DPE aseguran que los daños acumulados durante más de 60 años por la aplicación de esta política contra el pueblo cubano constituyen el principal obstáculo para garantizar el favorable desarrollo del proceso educativo.
En detrimento de la calidad que quisieran en los procesos que cada especialidad demanda conspira la carencia de los recursos y medios que se necesitan, los cuales hay que traer de mercados geográficamente distantes, lo que encarece su costo y provoca demora en su arribo al país.
“Ante esta situación los educadores con su creatividad e innovación buscan soluciones a estas carencias de recursos y generan medios alternativos, en muchos casos con una calidad inferior a los disponibles en el mercado internacional”, refiere el informe.
Ejemplifican con la escuela especial José Martí, centro de recursos y apoyos para la atención a los educandos con discapacidad auditiva y visual, institución en la que se requiere del mobiliario especializado, con equipo de amplificador de sonido, video voz y grabadora para la estimulación de la audición y el desarrollo de habilidades comunicativas.
Para los alumnos con discapacidad visual son importantes los medios tiflotécnicos, en especial la máquina Braille, equipos que hoy poseen los educandos y que funcionan gracias a la iniciativa de la dirección del Mined de preparar un especialista como mecánico reparador que se encarga del mantenimiento y reparación.
Explican, además que el país los compra a un costo superior porque se comercializan a través de terceros países.
También se aclara que Cuba invierte el doble y en ocasiones el triple en el mercado internacional para adquirir las materias primas de las prótesis para los estudiantes con discapacidad auditiva, al igual que para comprar los dispositivos electrónicos para los implantes cocleares de los niños con pérdida auditiva severa.
Sin embargo, aseguran que a pesar de todas las limitaciones e impedimentos la Educación Especial no se detiene y exhibe hoy resultados superiores, gracias a la prioridad que el gobierno revolucionario ofrece a la educación de los niños, adolescentes y jóvenes con necesidades educativas especiales.