Con gran consternación, el Ministerio de Cultura, el Consejo Nacional de las Artes Escénicas y la Agencia Artística de Artes Escénicas (ACTUAR) lamentan el deceso en La Habana, Cuba, del primer actor Enrique Molina, Premio Nacional de Televisión 2020, Premio ACTUAR por la Obra de la Vida 2018 y Título Honorífico en la primera edición del Premio Enrique Almirante, en 2015.
Su muerte se produjo a causa de complicaciones derivadas de la COVID-19 y tras permanecer ingresado bajo el cuidado de un equipo multidisciplinario de personal médico que luchó hasta las últimas horas por salvar su vida. Al momento de su fallecimiento contaba con 78 años de edad.
Molina fue un reconocido actor con desempeños en la televisión, el cine, el teatro y la radio; con una larga y consolidada carrera artística y profesional. De procedencia humilde, vio la luz el 31 de octubre de 1943 en el municipio Bauta, antigua provincia de La Habana, hoy Artemisa, para después trasladarse con su familia siendo muy joven a Santiago de Cuba.
En esta oriental provincia comenzó a dar los primeros pasos en la actuación dentro del movimiento de artistas aficionados en la década de los 60.
Posteriormente, en la extinta Ciudad de La Habana, logró consolidar su carrera para convertirse en uno de los actores más sobresalientes al lado de grandes artistas y experimentados directores, ubicándose en la preferencia y el gusto del público.
En el imaginario popular todavía sobreviven sus actuaciones magistrales en espacios dramatizados para la televisión, como el personaje de Silvestre Cañizo, junto a Alina Rodríguez, en la telenovela Tierra brava; o en Bajo el mismo sol, La otra esquina, y el recordado serial En silencio ha tenido que ser, entre otras producciones.
En las tablas destacó su papel de la legendaria figura de Vladimir Ilich Lenin en El Carrillón del Kremlin y posteriormente en la miniserie Relatos sobre Lenin, sometido en esta ocasión a cirugías para cambiar su físico y lograr con creces introducirse en la piel del personaje.
Asimismo, el cine le estará totalmente agradecido por la extensa obra cinematográfica realizada entre las que se sobresalen El hombre de Maisinicú, Caravana, Un Paraíso bajo las Estrellas, Barrio Cuba, El cuerno de la abundancia, Contigo Pan y Cebolla y Esther en alguna parte, entre otras.
A lo largo de su trayectoria como actor recibió además el Premio a Mejor Actor extranjero en el Festival del Gallo de Oro y las Cien Flores de China en 2014 y 2016, así como Artista de Mérito del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).
Hasta el momento de su agravamiento se encontraba en los preparativos para filmar una nueva telenovela.
Sin dudas su muerte ha provocado un vacío profundo en los medios habituales donde su presencia era un puntal de la actuación, esta pérdida ha sido un fuerte impacto en el panorama cultural de la nación.
Por su parte, el Ministerio de Cultura, el Consejo Nacional de las Artes Escénicas y la Agencia ACTUAR ofrecen las más sentidas condolencias a sus familiares, amigos y compañeros de profesión por la irreparable pérdida.
No existen palabras para describir el dolor que se siente cuando un artista de pueblo dice adiós para siempre. La Cultura cubana de luto.
En paz descanse.
Tomado de Cubaescena