Juan Quintín Paz Camacho, quien fuera el integrante más joven de la primera milicia campesina de Cuba, conocida como Los Malagones, falleció en la ciudad de Pinar del Río, por complicaciones renales y cardiovasculares asociadas a la COVID-19.
Había nacido el 31 de octubre de 1937, en la zona de Santo Tomás (hoy Comunidad el Moncada), del municipio pinareño de Viñales y a diferencia del resto de sus compañeros de armas, de extracción muy humilde, era hijo del dueño una hacienda de más de 200 caballerías de tierra
De pequeño tuvo la oportunidad de estudiar, hasta alcanzar el séptimo grado.
A través de su padre, un hombre justo y sensible, conoció las penurias del campesinado cubano. A pesar de su origen, desde niño se identificó profundamente con aquel sector que sufría una terrible explotación.
Por ello, tras la caída de la tiranía y el comienzo de una nueva era en la historia de Cuba, la familia decidió donar sus tierras a la Revolución.
En agosto de 1959, cuando el Comandante en Jefe concibió la idea de preparar a un grupo de campesinos, para capturar una banda de alzados que operaba en la cordillera pinareña, Juan trabajaba en un aserrío propiedad de su padre.
Sus cualidades personales y su temible puntería, hicieron que Leandro Rodríguez Malagón, el hombre al que Fidel le confiara la misión, lo seleccionara para integrar la pequeña milicia.
Juan tenía apenas 21 años y fue el más joven de aquella legendaria tropa de 12 combatientes, conocida como Los Malagones.
Junto a sus compañeros, recibió entrenamiento militar en el campamento de Managua, en La Habana, al que en más de una ocasión asistió el propio Fidel.
«Si ustedes triunfan, habrá milicias en Cuba», les advirtió el Comandante y les dio un plazo de tres meses para cumplir la tarea.
Tras lograr, en solo 18 días, la captura de la banda terrorista de Luis Lara, un ex-cabo de la tiranía batistiana sobre el que pesaban 23 asesinatos y una lista interminable de abusos y vejaciones, Juan continuó sobre las armas.
Fue jefe de operaciones de una unidad de la Lucha Contra Bandidos, hasta la captura del último alzado en 1965.
Ese propio año pasó a la vida civil, y trabajó como chofer de un camión de la Granja el Moncada hasta 1969, cuando recibió la tarea de conducir un ómnibus de transporte público enviado por Fidel, para comunicar la comunidad con el pueblo de Viñales y la ciudad de Pinar del Río.
En 1990 fue movilizado nuevamente por las Fuerzas Armadas Revolucionarias, para atender la guarnición militar de la cueva Santo Tomas, hasta el año 2005.
Tras su jubilación, siguió cumpliendo, voluntariamente, con la vigilancia de esa caverna.
Desde la inauguración del memorial a los Malagones, en 1999, Juan se mantuvo muy vinculado a esa instalación, que rinde homenaje a los caídos en la Lucha Contra Bandidos.
En ella, recibió la visita de miles de cubanos, interesados en conocer sobre esa parte de la Historia de Cuba y escuchar las anécdotas de uno de sus protagonistas.
Alcanzó el grado de Mayor de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Por sus méritos, ingresó en las filas del Partido Comunista de Cuba en el año 1980, donde ocupó cargos de dirección en las organizaciones de base donde militó.
Fue fundador de los CDR.
Recibió el diploma de fundador del Ejército Occidental.
También las medallas por los 20, 30, 40, 50 y 60, años de las FAR, y la de combatiente en la Lucha contra Bandidos.
Le fueron entregadas además, la Medalla Conmemorativa 50 Aniversario de la Sociedad Espeleológica de Cuba, la de Producción y Defensa, y la de Listo para la Defensa.
También recibió la José María Pérez, que otorga el Ministerio del Transporte, y la Armando Mestre.
Otras distinciones conferidas al último de Los Malagones, fueron la 28 de Septiembre, la Antero Regalado, la 19 de Abril, y la 23 de Agosto.
Las honras fúnebres se efectuarán cumpliendo estrictamente los protocolos establecidos, atendiendo a la situación sanitaria actual, con la participación de su familia y una representación de las organizaciones políticas y de masas, en nombre del pueblo de Cuba.
En horas de la tarde de hoy, su cadáver será depositado en el mausoleo erigido a Los Malagones.
Fue un hombre cabal humilde de respeto y de principios q nunca abandono, TUVO UNA AUTORIDAD MORAL,ganada an su andar diario.,No estas muerto sigues vivo en nuestros corazones,al igual que el resto de tus companeros.