El jefe del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, doctor Anthony Fauci, cuestionó las declaraciones del presidente Donald Trump sobre la Covid-19 y alertó sobre el gran riesgo que hoy persiste.
El experto dijo que no está seguro de lo que quiso decir el mandatario norteamericano cuando afirmó que el país está dando la vuelta al nuevo coronavirus.
Si bien hay ciertos estados que están realmente bien en el sentido de que los números de casos bajan, hay mucha preocupación por lo que ocurre en otros como Montana, Michigan, Minnesota y las Dakotas, los cuales experimentan un aumento en los contagios.
Esto indica que continúa la propagación del virus en todo el territorio, dijo Fauci a la cadena CNN.
Según un nuevo modelo citado por altos funcionarios de salud norteamericanos, se proyecta que más de 410 mil personas en Estados Unidos podrían morir a causa de la Covid-19 para enero de 2021, lo cual sería más del doble de la actual cifra de fallecidos.
Fauci considera que tal escenario es posible, sobre todo, si no se toman las precauciones sanitarias y de seguridad, pues muchos continúan sin usar las mascarillas para cubrir la nariz y la boca y evitar así una mayor propagación de la enfermedad.
De acuerdo con estimaciones del Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, el uso casi universal de mascarillas podría reducir a más de la mitad el número de muertes adicionales proyectadas.
Pero el propio presidente estadounidense ha cuestionado en no pocas ocasiones la necesidad del uso de las mascarillas y su eficacia.
De hecho, Trump se niega continuamente a usar esa protección cuando aparece en público, e incluso se burla de su oponente demócrata para las elecciones Joe Biden y de los periodistas, por usar las mascarillas.
La primera vez que se vió a Trump usando en público una mascarilla fue en julio pasado, durante una visita al hospital militar Walter Reed en las afueras de Washington, y después de eso solo la ha llevado en muy pocas ocasiones.
El actual jefe de la Casa Blanca insiste en que llevar una mascarilla ‘da una imagen de debilidad’, lo que genera el rechazo de numerosas autoridades sanitarias estadounidenses.
También muchos analistas le critican su politización del empleo de máscaras, pues el presidente intenta equiparar su uso con la debilidad y los demócratas, en sus ataques contra Biden.