La felicidad reina hoy en el poblado de Herradura, en la occidental provincia de Pinar del Río, cuna del luchador grecorromano Mijaín López, considerado único deportista masculino dueño de una disciplina individual durante cuatro olimpiadas.
Estábamos seguros de la victoria porque sabemos cómo se preparó nuestro hijo, porque confiamos en él, en su entrega, en su constancia, dijo Bartolo López, padre de Mijaín.
Los mensajes llegan por doquier hasta el hogar del atleta, donde Leonor Núñez, su progenitora, evoca las primeras andanzas de Mijaín en el deporte. Ya han pasado 21 años, ahora recuperaré el tiempo que estuve sin abrazarlo, sin cargarlo y lo haré porque para las madres los hijos siempre son pequeños, expresó.
Felicidad sí tengo y mucha. Me siento también feliz por haber tenido un vientre bueno que trajo al mundo no sólo a Mijaín sino también a Misael y Michel, cultivadores de otras disciplinas deportivas, añadió.
Un amanecer cargado de sorpresas, pero de seguridad, que obligó a más de uno en Cuba a permanecer en vela, acompañó la victoria de Mijaín López en Tokio 2020.
Los nervios nos atenazaron la garganta por momentos, pero estábamos seguros del triunfo, dijeroin otros residentes en la comunidad de Herradura, donde el gladiador dio sus primeros pasos.
Somos una gran familia, argumentaron otros a metros de distancia por las medidas de protección que la Covid-19 impone y que hacen obviar credenciales y sí recoger el sentir de muchos pinareños, felices por el triunfo del Gigante de Herradura, como es conocido el luchador grecorromano.
La pequeña localidad pinareña difícilmente pueda ser encontrada en los mapas. Pero en el sitio vibran los corazones que atesoran el orgullo de ser coterráneos de un tetracampeón olímpico.