La navidad y las fiestas de fin de año son jornadas que traen aparejadas diversas emociones: nostalgia por las ausencias; alegría por el simple acto de encontrarse y festejar; marcar propósitos y desear a los demás lo mejor; estrés por la organización de las reuniones sociales, y por último, agotamiento al final de las mismas. No obstante, siempre queda esa sensación de felicidad y disfrute, pero también llega el momento de reflexionar, por eso, a propósito de este año que culmina y el 2024 que empieza, te brindo algunas frases de celebridades para reflexionar sobre año nuevo: Pasamos el primero de enero caminando por nuestras vidas, habitación por habitación, elaborando una lista de trabajos por hacer, grietas para reparar. Tal vez este año, para equilibrar la lista, debemos caminar por las habitaciones de nuestras vidas… No buscando defectos, sino potencial. (Ellen Goodman). Qué se vaya lo viejo, qué venga lo nuevo, qué suenen las campanas, a través de la nieve; el año se está yendo, déjalo ir. Qué se vaya lo falso, qué venga lo verdadero. (Alfred, Lord Tennyson). Un nuevo corazón para un nuevo año, ¡siempre! (Charles Dickens). Deberíamos vivir tantas veces como los árboles, que pasado un año malo echan nuevas hojas y vuelven a empezar. (José Luis Sampedro). La vitalidad se revela no solamente en la capacidad de persistir sino en la de volver a empezar. (Francis Scott Fitzgerald).
DE LA RED. ¿Cómo se celebra en otros países el advenimiento de un nuevo año?: en Brasil la atención la acapara el mar. Las personas acuden a las playas a ver los fuegos artificiales, algunos visten de blanco o saltan por encima de siete olas porque lo asocian a buen augurio, y lanzan, además, flores al agua mientras piden un deseo… En México se canta y baila, se divierten hasta altas horas de la madrugada, lo que combinan con algunas tradiciones peculiares. Hay quienes acostumbran a barrer la casa esa noche para que desde el siguiente día solo entre la suerte; otros aseguran que pasearse en ese momento con una maleta favorecerá los viajes, y los hay que insisten en llevar ropa interior roja para hallar el amor… En Venezuela estrechan lazos de amistad con quienes les rodean. Durante la celebración preparan la “hallaca”, un plato especial que regalan como señal de buena suerte para el año que llega. También es costumbre escribir los deseos en una carta que, en enero, cada uno quema para asegurarse de que nadie más pueda leerla… En Colombia los protagonistas son los agüeros, una serie de “recetas” populares destinadas a cargar las pilas con energía positiva para el periodo que comienza. Las supersticiones van desde recibir la medianoche de pie con el fin de tener suerte y salud o dar un portazo cuando suenan las campanadas para alejar a los malos espíritus, hasta besar en primer lugar a una persona del sexo opuesto con el afán de obtener fortuna… En Francia el lugar de concentración por excelencia para los franceses son los Campos Elíseos. Desde el Arco de Triunfo a la plaza de la Concordia, la famosa avenida queda atestada de gente dispuesta a recibir el primer día del año con una buena botella de champaña. Los que se quedan en casa lo tienen más fácil para seguir la tradición: a medianoche hay que besarse y abrazarse bajo una rama de muérdago para conseguir posesiones… En Italia inician la “notte di Capodanno” con una tradicional cena en la que las lentejas son el plato imprescindible si se pretende alcanzar fortuna. Muchas mujeres reciben como regalo lencería roja, que supuestamente les proporcionará dicha. En algunos lugares como Roma y Nápoles acostumbran a lanzar trastos viejos por la ventana: un modo de terminar con el pasado y expresar el deseo de empezar bien la venidera etapa.
EN CUBA, La llegada de un nuevo año es siempre motivo de festejo. La noche comienza con diferentes tragos como mojitos, daiquiri, ron, o la tradicional y preferida por la mayoría de las familias cubanas, la cerveza bien fría, aumentando la alegría cada minuto que pasa. Incluso, en las condiciones actuales, la llegada del 2024 es esperada con entusiasmo por la mayoría de las personas, quienes se alistan para celebrar de disímiles maneras y dentro de sus posibilidades. El 31 de diciembre se olvidan los malos ratos, los disgustos vividos, los rencores, se escuchan las felicitaciones, e igualmente, se hacen invitaciones. La fecha deviene momento singular para desear que el año que se aproxima venga cargado de éxito y prosperidad, el resto, por supuesto, consiste en disfrutar con aquellos que nos acompañan cada día.