El XXVII Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso llegó a Pinar del Río con una presentación que constituye aliciente para un territorio prácticamente devastado por el huracán Ian, el pasado mes de septiembre.
Porque el arte también sana, cuatro compañías cubanas ofrecieron un programa de lujo al público asistente al emblemático teatro José Jacinto Milanés, reabierto hoy tras un amplio proceso de recuperación de los daños ocasionados por el evento hidrometeorológico.
En una mezcla de tradición y contemporaneidad la escena se vistió de gala con piezas como Nosotros, Impronta y Paysage, Soudain la nuit, a cargo de Acosta Danza, y un fragmento del estreno mundial de Manos encendidas, de Danza Contemporánea de Cuba.
Asimismo, se fusionaron el Ballet Nacional y el de Camagüey en Vals y La fille mal gardée (pas de deux); en tanto la agrupación agramontina regaló Benedictus.
Fernando Rojas, viceministro cubano de Cultura, asistió a la presentación y destacó el esfuerzo realizado en el remozamiento del teatro tras el huracán, en pos de acoger este y otros eventos.
Con afectaciones que fueron desde la cubierta hasta la puerta principal, en la reparación del Milanés participaron diversas entidades, entre ellas, la Empresa de Servicios y Ejecución de Obras del Ministerio de Cultura radicada en Villa Clara, Tecnoescena y el proyecto Fidias.
Regina Balaguer, directora del Ballet de Camagüey, próximo a cumplir 55 años, aseguró a la prensa que constituye un honor presentar este espectáculo variado al público pinareño, el cual siempre ha acogido con amor a la compañía y al ballet.
Mañana domingo continúan las presentaciones en la institución pinareña, subsede junto a Cienfuegos y Matanzas del festival más antiguo de su tipo en el mundo.