La 42 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en Cuba apagará hoy los proyectores dispuestos a la segunda dosis con la cinta alemana Guerra de Mentiras.
El filme de Johannes Naber llegará a la gran pantalla del cine Riviera a las 20:00 horas para regalar al público la última noche del reconocido evento cinematográfico, que llega cada año durante 10 días a la capital cubana.
Incluido dentro del apartado Panorama Contemporáneo Internacional, el largometraje se apropia de los elementos de la comedia-thriller para acercarse a los orígenes de la guerra en Irak, iniciada en marzo de 2003 y otro de los pretextos expansionistas liderado por Estados Unidos.
El largometraje basa su argumento en la justificación utilizada entonces por la nación norteña para comenzar el conflicto bélico en el país de Oriente Medio, donde supuestamente existían armamentos de destrucción masiva que ponían en riesgo la paz mundial.
Según la sinopsis, la trama se sustenta en «la historia real de Arndt Wolf (Sebastian Bloomberg), experto en armas bioquímicas que, después de pasar tres años en Irak buscando los supuestos arsenales ocultos, sigue convencido de que hay gato encerrado contra la opinión de su amante y espía de la CIA, Leslie (Virgina Kull)».
La película se erigió sobre el guion de Oliver Keidel y Naber, quien también puso su sello en la música y se auxilió de la fotografía de Sten Mende y las interpretaciones, además, de Dar Salim, Michael Wittenborny, entre otros.
La crítica destaca el tono humorístico y originalidad del audiovisual ante la narración de hechos que, si bien tocan la ficción como elemento cinematográfico, se nutre de hechos reales desencadenados a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Los especialistas consideran la cinta como «una muestra de la arrogancia y prepotencia de Estados Unidos, autor intelectual de un conflicto que produjo la muerte de entre 115 y 600 mil personas, en su mayoría civiles», basado en las mentiras de sus servicios secretos y la manipulación de su gobierno.
Más de 160 filmes de una veintena de países marcaron el rumbo de la esperada competición del cine latinoamericano que presentó un centenar de producciones del continente con notable presencia de Brasil, México, Argentina, Cuba, México y Chile.