En aras de que el costo de la electricidad no tenga un reflejo en los precios de los productos y servicios, a partir de enero de 2021 las formas de gestión no estatal (FGNE) podrán optar por la tarifa eléctrica del sector no residencial.
Liván Arronte Cruz, ministro de Energía y Minas, informó hoy en el espacio radiotelevisivo Mesa Redonda que se aplicará en estos casos la tarifa B1, para equiparar las condiciones de pago con las empresas.
Actualmente, dijo, las mismas se aplican a las bases productivas de la agricultura, y a partir de inicios de año se podrán beneficiar también las cooperativas no agropecuarias, los trabajadores por cuenta propia, los colectivos creadores y otras formas de gestión no estatal.
Esta tarifa se cobra según el nivel de tensión: alta, media, baja; es lineal, y tiene en consideración costos de combustible y de generación, es lineal pero sin subsidios. Arronte Cruz aclaró que los consumidores podrán decidir si desean optar por esta tarifa y deberán firmar un contrato, por lo que en el mes de enero los interesados deben acudir a las oficinas comerciales para formalizar su servicio eléctrico.
Asimismo, el ministro de Energía y Minas señaló que en aquellos casos en que el consumo es inferior a los 500 kilowatt resultará conveniente pagar por la tarifa del sector residencial.
Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión de Implementación de los Lineamientos, añadió que las FGNE en la prestación de servicios y producción de bienes que vayan a la tarifa no residencial podrán aplicarlo en locales arrendados o en sus propias viviendas.
Respecto a la decisión de pasar a esta modalidad, subrayó que si bien hasta los 500 kilowatt existe un importante nivel de subsidio en la tarifa residencial, la otra tiene a su favor que no es progresiva.
En el espacio radiotelevisivo se anunció, además, que el precio de la balita de gas licuado de petróleo será de 180 pesos (antes era de 213 pesos ), con el fin de ser coherente con la matriz de consumo para la cocción de alimentos.