La jueza Gabriela es una especie rara hoy en día. Cuentan los que la conocen desde hace mucho tiempo que durante seis años fue una jueza noble y justa. Siempre amó el mundo del Derecho.
Hoy cuelga la toga porque el culturismo habló más alto y mejor. El llamado del deporte es siempre fuerte, máxime en ella que lleva en la sangre el amor por el gimnasio. Gaby, como la conocen en el gimnasio el Coliseo, uno de los sitios más concurridos por la población pinareña, es dueña de una belleza extraordinaria.
Para nada es amante de la exposición en redes sociales, pues no tiene. Así de enfocada en sus propósitos es Gaby, quien ha robado la atención y el corazón de todo el que tiene el privilegio de compartir ese espacio sagrado al que decidió consagrarse por entero.
Hoy, con modestia y timidez, pero con la firmeza propia de quien sabe lo que quiere, accedió a responder algunas preguntas para conocer más de esa pasión que la ha llevado a ser una de las dos opciones que presentará en la próxima competencia nacional de culturismo el Gym El Coliseo.
¿Cuándo decides incursionar en el culturismo? ¿Fue la victoria de Karla un estímulo para la toma de esa decisión?
“El culturismo siempre me ha gustado: es algo que llevo en las venas, por decirlo de la forma más emotiva, es por ello que vine buscando el Coliseo por sus años de experiencia, lo cual logré con creces, pues puedo decirlo con orgullo, he contado y cuento con los mejores profesores.
“La decisión de participar actualmente en las competencias de fisiculturismo femenino fue adoptada de forma conjunta con mi profesor Edel, luego de haber demostrado buenas condiciones físicas y potencial durante mis sesiones de entrenamiento.
“Igualmente, la victoria de mi compañera de deporte Karla, influyó positivamente en mi decisión, lo cual me hizo confiar en la fortaleza femenina para tomar esta fase desconocida en mi vida como un reto personal, de la mano de mi profe Edel, que es el auténtico promotor de todo este proceso, que hoy se muestra porque es visible, eso nadie lo duda”.
¿Te apoyan tus familiares y amigos en tu nueva carrera como atleta?
“Afortunadamente cuento con el apoyo de mis amistades, la mayoría de ellos son alumnos del Coliseo, lo que me aporta cierta ventaja por la motivación inmediata. Me brindan cada día su mano amiga y el aliento que a veces se necesita para seguir creciendo e intentándolo.
“Especialmente cuento con el apoyo de mi familia, sin ellos no sería posible, pues se trata de un deporte muy sacrificado. No solo en el sentido físico por los duros entrenamientos, sino en el ámbito social, personal y amoroso, por las limitaciones que implica. Aquí no se trata de hacer vida «normal» como el resto, y es por ello que el apoyo de mi familia ha sido fundamental, por tolerar mi nueva forma de vida, por asumir por mí las cargas de la casa, por facilitarme, además, económica y espiritualmente lo que requiero para cumplir mi sueño”.
¿Cuál de las creencias sobre la mujer culturista es la que más te gusta desafiar?
“A pesar de que ya no son vistas como una anomalía, las mujeres culturistas seguimos batallando contra los estereotipos que nos catalogan como rudas y falta de feminidad.
“Soy una mujer, fuerte y femenina, aunque practique culturismo. No entreno día a día para parecerme a un hombre. Hombres y mujeres somos fuertes de maneras distintas. En realidad lo que importa es tener un físico saludable y estar motivada para conseguir tus objetivos. Eso es lo que me gusta desafiar de las erróneas creencias del fisiculturismo femenino, con el fin de que un día se pueda normalizar socialmente esta práctica deportiva, que en lo personal he asumido como una filosofía de vida”.
¿Cuáles son tus expectativas para este certamen?
“Ahora en abril tendrá lugar el campeonato de fisiculturismo de La Habana, en el que pretendo participar. Espero que llegada la hora reúna las condiciones físicas y de preparación necesarias para calificar en un evento de este tipo. Más allá de la posibilidad o no de ser premiada, lo que busco es dar ese paso, el ejemplo para muchas; también agradecer al Coliseo y en especial a mi entrenador Edel. Pretendo traer de vuelta lo que en su momento los más viejos trajeron, que es el respeto y admiración a mi gimnasio”.
A Gabriela no le gusta eso de exhibirse en redes. Es tímida ante la cámara que inmortaliza su bella figura para ser plasmada en la página de un periódico. Camina esbelta, aprovecha, además, las clases de estilo para las pruebas en la pasarela.
Sus ojos miran fijo y con una firmeza en el futuro, presagia para el Coliseo una de las actuaciones más encumbradas de este ciclo, puesto que irá acompañando a la monarca del culturismo en Cuba, la bella Karla. Este binomio sabe que, en sus cuerpos, capaces de ponerse al límite, está la fortaleza que traerá a casa otro resultado que patentice la razón de esta afirmación: “¡El Coliseo es la casa del culturismo pinareño!”.