Estas resuelven muy bien el desayuno o merienda.
Se pueden comer con mermeladas, aderezos, picadillo, ketchup, queso crema, solas, con refresco, café con leche, con lo que quieras.
Hervir la yuca, moler, añadir sal a gusto o azúcar (se puede poner un poquito de las dos) según como la quieras, añadir un huevo (si es mucha pon dos) e ir adicionando harina poco a poco y amasando hasta que no se pegue en las manos.
Con un rodillo o botella extenderla siempre echando poco a poco harina para que no se pegue. Luego con un vaso al tamaño de tu preferencia lo vas cortando, las pones en una bandeja (la polvoreas) al sol por una hora más o menos para que se sequen.
Cuando estén bastante secas, pues a freír con mucho cuidado ya que se fríen rápido y gastan poca grasa. Muy crujientes y ricas. Se pueden poner en almíbar.