Julio Martínez, coordinador del Gobierno en La Habana que atiende comercio y gastronomía, aseguró en esta capital que como parte de las medidas para contrarrestar los efectos negativos de la COVID-19, uno de los temas esenciales es garantizar la alimentación a la población.
Al respecto, Martínez declaró a la ACN que se realizan tareas para hacerle llegar la mayor cantidad posible de comida a las personas, y sobre todo acercándoselas a su lugar de residencia.
Se han tomado medidas dirigidas a las Tiendas de Recaudación de Divisas (TRD), para extender la red en todos los municipios a partir del cierre de las grandes plazas y mercados que generan concentración de mucha gente, algo que debemos evitar en las actuales circunstancias, explicó.
Por esa razón, se están poniendo los principales productos, ya sea pollo y otros cárnicos, así como el aseo en esas TRD, para que todos los Consejos Populares puedan contar con establecimientos que oferten esos suministros, expresó.
También -dijo- lo estamos haciendo con la red de mercados agropecuarios, con el objetivo de desconcentrar las mercancías en las mayores plazas y llevarlas a cada municipio de la capital
Agregó que ya empezaron desde la semana pasada la distribución del aseo por la canasta básica familiar, mediante la libreta de abastecimiento; mientras este lunes comenzó la venta liberada-controlada del pollo, a una libra por persona con valor de 20 pesos moneda nacional.
Ese proceso inició por los municipios 10 de Octubre y Playa, para seguir posteriormente la distribución por cada uno de los territorios de La Habana, afirmó.
Igualmente señaló que están exigiendo para que en todos los lugares se le haga llegar lo más rápido posible esos alimentos al pueblo, y así evitar las grandes concentraciones.
También se está trabajando con la Industria Alimentaria, con la gastronomía, los centros de elaboración, las cafeterías y los restaurantes para elaborar comidas y que las personas puedan llevarlas a sus casas, añadió.
Además, en los Sistemas de Atención a la Familia, a los ancianos mayores se le lleva su alimento mediante mensajeros, para que no tengan que salir a la calle y así evitar la exposición a riesgos, como el de contraer el nuevo coronavirus, concluyó Martínez.