Dicen que Cuba es un eterno verano y, en efecto, el invierno nos deja solo un leve sabor a aire frío que dura algunas semanas y otra vez volvemos a la carga con el sofocante calor. Tal vez ese clima tan cálido favorezca la rápida y constante reproducción de ciertos insectos que pueden ser muy dañinos para animales y humanos.
No hay que tener una mascota para sufrir la picadura de una garrapata, basta con darse una vueltecita por un área con abundante hierba o pasto para regresar a casa cubierto de pequeños puntitos que van aumentando su grosor a medida que se apoderan de tu sangre.
Las garrapatas son ácaros pertenecientes a las familias de los ixodoideos, ectoparásitos hematófagos, o sea, que se alimentan de sangre y que pueden trasmitir enfermedades infecciosas, entre ellas la enfermedad de Lyme, una infección multisistémica que deja secuelas físicas y neurológicas, pero que puede ser prevenible.
Aunque mayormente las picaduras de estos insectos son inofensivas y solo causan malestar, escozor o alguna irritación mínima en la piel, en ocasiones, una garrapata infectada puede provocar serios problemas de salud y hasta causar la muerte.
¿Cómo entonces proceder a quitarnos el infame animalito cuando está adherido a nuestra piel? Hay quienes encienden fósforos o cigarros para “calentarles” la parte trasera y que así salgan, pero esto no es más que un método peligroso, sobre todo si usted está dispuesto a quemarse.
En realidad, la mejor forma de remover el desagradable bichito es descartando todos los métodos tradicionales como uso de alcohol, aceite, pintura de uñas; cortarlas, quemarlas o exprimirlas contra la piel. Lo ideal es utilizar unas pinzas de punta estrecha, sujetar la garrapata lo más cercano a la piel y realizar una tracción firme, continua y perpendicular para que pueda salir completa, nunca retorcer.
Las picaduras de garrapatas pueden provocar inflamación y enrojecimiento de la zona afectada, y a pesar de que si se detectan a tiempo las consecuencias son leves, en algunos casos los niños pueden resultar perjudicados y presentar síntomas como sarpullido, fiebre, debilidad, dolores de cabeza, musculares y rigidez en el cuello.
Algunas garrapatas segregan una toxina que puede dañar el sistema nervioso causando parálisis en los niños, luego de llevar varios días con la picadura; incluso puede acarrear complicaciones respiratorias.
Normalmente estos ácaros buscan zonas húmedas del cuerpo como la ingle, la nuca, las axilas, aunque pueden hospedarse en cualquier parte del cuerpo, por lo que es fundamental revisar bien a los pequeños luego de que hayan pasado tiempo jugando al aire libre en zonas de abundante vegetación.
No es recomendable esperar periodos prolongados de tiempo con una garrapata incrustada, pues las posibilidades de que puedan trasmitir alguna infección son mayores. Igualmente, se debe mantener una vigilancia entre tres y 30 días luego de la picadura para descartar cualquier complicación, sobre todo en los infantes.
Además, en caso de cualquier síntoma inusual se debe acudir al médico.
Los antihistamínicos pueden resultar favorables para aliviar la picazón, y alguna pomada como la triamcinolona ayuda a evitar las inflamaciones. En caso de que la picadura se infecte se debe recurrir a algún antibiótico, preferiblemente indicado por un facultativo.
En un estudio realizado por especialistas cubanos en el año 2003, se sospechaba la presencia en Cuba de la enfermedad de Lyme, que aunque es más común en Estados Unidos y Eurasia, ya desde 1981 la literatura médica reportaba la posible existencia de casos en la comunidad Las Terrazas de Candelaria.
Todo ello trajo consigo una serie de medidas preventivas en la zona, como el empleo de garrapaticidas, la revisión de los niños a la entrada y salida de los centros educacionales, control de los animales domésticos, chapea y quema dirigida y reforestación.
La enfermedad de Lyme provoca fiebre, sarpullido, fatiga, dolores musculares, hormigueo, cuello rígido y doloroso y hasta dificultad para pensar y coordinar ideas.
Gracias por esta seccion en serio se aprende MUCHO