Luego de su aprobación por el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista, este miércoles fue presentado en el Consejo de Ministros el plan de medidas para la primera etapa de la recuperación tras la epidemia de la COVID-19, concebida en tres fases con el objetivo de que transcurra como un proceso gradual.
Según el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, casi todos los municipios y provincias llevan prácticamente un mes sin incidencias, por lo que están en condiciones de retornar a la normalidad.
El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, precisó que las medidas incluidas en el plan se han concebido en tres fases de una primera etapa.
Estas disposiciones abarcan varios ámbitos, entre ellos salud, turismo, cuestiones laborales y tributarias, comercio exterior e interior, transporte, educación, deporte y cultura. Además, se han previsto las actividades durante el verano.
Presidente cubano: “Podemos entrar ya en una nueva etapa”
Al iniciar su intervención en la Mesa Redonda, el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez reconoció el papel del programa radio-televisivo durante los tres meses de enfrentamiento de la pandemia.
Durante esta etapa –dijo–, el país trabajó intensamente con el objetivo fundamental de salvar vidas, y esa constancia e intensidad en el trabajo tuvo como protagonista fundamental la participación del pueblo cubano y un grupo de organismos, lo que ha permitido lograr resultados en un grupo de indicadores e “ir avizorando que podemos entrar ya en una nueva etapa”.
De acuerdo con el jefe de Estado, las estadísticas actuales muestran varias señales en ese sentido: en primer lugar, si se descartan los varios eventos de transmisión ocurridos, “debemos decir que el país ha ido reduciendo por días los casos activos que se mantienen en ingreso”.
Mientras, el número de altas médicas alcanza el 85.4%, y en los últimos 12 días solo ha habido un deceso (en esta jornada).
Este indicador de pocas muertes durante varios días consecutivos, y el hecho de que el número de pacientes en estado crítico y grave es mínimo, indican que se consolidan los resultados en la aplicación de los protocolos terapéuticos, en conjunto con la ciencia y biotecnología cubanas, y van aportando a este desenlace.
Díaz-Canel también se refirió al regreso a Cuba del primer grupo de colaboradores de la brigada Henry Reeve, quienes estuvieron en Lombardía, un lugar de mucha complejidad y adonde viajaron en momentos en que la situación en la isla se hacía más compleja.
“Ellos han regresado a la patria victoriosos, y han dado una expresión al mundo de que la vida sobrevive y vence a la muerte; la solidaridad vence al egoísmo, y el ideal socialista vence al mito del mercado”, dijo.
La estrategia prevé dos etapas: Recuperación pos-COVID-19 y fortalecimiento económico para afrontar la crisis
El presidente aseguró que en la medida en que se ha avanzado, estudiado la experiencia internacional, conocido más de la pandemia y perfeccionado los sistemas de trabajo, se han obtenido mayores resultados.
«Se habían dado las orientaciones y estábamos trabajando en la conformación de una estrategia económica y social para encarar, en el futuro, la crisis tan aguda que va a provocar la pandemia”, afirmó.
La estrategia se ha concebido en dos etapas:
- La primera es la recuperación pos-COVID-19, “la cual significa cómo vamos a ir regresando de manera simétrica y gradual a la normalidad en todas las actividades productivas, económicas y sociales del país”.
- La segunda etapa es la correspondiente a la estrategia de fortalecimiento económico para enfrentar la crisis prolongada a nivel global.
Apuntó que, en este programa, se explicará el contenido de la primera etapa, pero “no quiere decir que entraremos de manera inmediata” en la misma.
“Llevamos muchos meses de restricciones y elementos de funcionamiento que no son los normales del país; los indicadores nos dan la certeza de que se pueden ir desescalonando un grupo de medidas, pero a la par se debe trabajar con responsabilidad y con la certeza de que podemos controlar la pandemia y evitar rebrotes”, subrayó.
Díaz-Canel insistió en la importancia de que el pueblo –principal protagonista–, comprenda cuáles son los principios, modos de actuación y argumentos en los cuales se basó el trabajo, así como su participación en este período.
Recordó que este plan se aprobó el martes último, en la más reciente reunión del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, presidida por su primer secretario, el General de Ejército Raúl Castro Ruz.
El miércoles último fue informado en el Consejo de Ministros, con el fin de que se comenzaran a implementar las medidas correspondientes. De igual forma, se compartió con los gobernadores y las estructuras de Gobierno en los diferentes territorios del país. “Corresponde ahora informar al pueblo en la Mesa Redonda”, dijo.
Sin embargo, “desde que se dieron a conocer, un grupo de medios estaban especulando y tergiversando el contenido de estas medidas”, puntualizó, e hizo referencia a un listado de WhatsApp con el supuesto contenido de esta estrategia, con muchas medidas que “no tienen que ver” y que “nunca se aplicarían” en las condiciones del país.
“Como hemos hecho a lo largo de toda esta etapa, toda la información necesaria para actualizar, explicar e implementar, la vamos a dar a través de los medios de prensa cubanos”, aclaró.
¿Qué consideraciones toma Cuba en cuenta para entrar en la primera etapa pos-COVID-19?
El mandatario recordó que, desde el 15 de mayo, la Organización Mundial de la Salud advirtió que el virus SARS-CoV-2 “había llegado para quedarse y muchos expertos no tienen claro cuándo se podrá frenar su expansión, mientras que otros pronostican que no desaparecerá”.
Añadió que en Cuba se aprecia una tendencia hacia el control, y que “el sistema de salud puede soportar lo que puede venir en el futuro”.
La nueva misión –dijo– es evitar que en la nueva etapa la COVID-19 se convierta en una endemia y, por tanto, “vamos a ir desescalando, pero con el propósito de que no se convierta en una enfermedad endémica”.
El presidente alertó que habrá “momentos en que se va a convivir con la presencia de casos en determinadas proporciones a nivel nacional”, todo esto en medio de la lucha global contra la pandemia. La nueva etapa no significa que los casos van a llegar a cero.
“Cuba tiene experiencia y lo ha demostrado”, afirmó, y recordó que en las últimas décadas el país, con su sistema de salud forjado en la Revolución, ha logrado eliminar 14 enfermedades infecciosas y atenuar nueve patologías más. “Estamos en condiciones de controlar la enfermedad”, aseguró.
Alertó que esta nueva etapa implica un mayor control y que una de sus premisas es que no se puede bajar la guardia en el pesquisaje. “Es por eso que tenemos nuevos aportes de la ciencia, con el sistema SUMA, a fin de detectar más casos, y trabajar con los contactos”, modelo de actuación que ha dado muchos resultados en el país.
En ese sentido, Díaz-Canel Bermúdez resaltó la importancia de trabajar en la detección de los casos, el aislamiento inmediato en instituciones públicas de los contactos, así como de los contactos de esos contactos.
“Esa masa de asintomáticos la llevamos rápidamente a una atención diferenciada”, y ello evita el contagio de otras personas y que aumente la propagación de la epidemia.
“Esto es particular de Cuba, una de las medidas que destacan publicaciones especializadas en el tema en el manejo de la pandemia”, afirmó el mandatario.
Díaz-Canel: Las medidas están bien pensadas, parten de la experiencia cubana e internacional
En otro momento de su intervención, el jefe de Estado cubano aseguró que las medidas están bien pensadas, parten de la experiencia cubana y tienen en cuenta la internacional. Presentan además un grupo de indicadores para definir cuándo un municipio y una provincia pasan a una nueva fase.
“El regreso a la normalidad de las actividades productivas y sociales van a ser de manera gradual, escalonada y asimétrica”, aseguró.
Explicó que necesariamente no todo el país estará en la misma fase o etapa. “Todos los territorios sí partirán de la primera fase, pero hay municipios que de manera inmediata pasarán a una segunda o tercera fase, porque no han tenido casos durante varios días o porque sus indicadores están en un nivel mínimo”.
Dijo que se trabaja con modelos matemáticos y epidemiológicos, a fin de establecer toda la estadística, experiencia y comportamiento de la pandemia.
Dichos modelos, de acuerdo con Díaz-Canel, reflejan que el epicentro y la cola de esta pandemia están en La Habana, por tanto, la capital se va a demorar más que el resto de los municipios y provincias para llegar a las diferentes fases.“Tendrá un tratamiento diferenciado”.
Se pronostica que haya un primer rebrote entre septiembre y noviembre, y en correspondencia se han tomado decisiones para evitar o minimizarlo.
Díaz-Canel aseguró que también se ha tenido en cuenta la experiencia y resultados de las más de 500 medidas aplicadas en el país para enfrentar la COVID-19 en Cuba, “muchas de las cuales llegaron para quedarse”, entre tanto, “otras nos han despertado el pensamiento en la manera de encontrar soluciones”, y la aplicación y desarrollo en todos los ámbitos de la vida socioeconómica para la etapa de fortalecimiento económico.
En su intervención, el mandatario llamó a mantener el ahorro en medio de las condiciones económicas que vive el país, y a estar dispuestos a volver a aplicar un grupo de restricciones se se volviera a una etapa de rebrote, o si existiera alguna incidencia en particular.
Informó que se reanudan todas la actividades económicas y sociales, pero escalonadamente. En ese sentido, explicó que no comenzarán al 100%, sino en menores porcentajes y, siempre, preservando las medidas higiénico-sanitarias en todos los espacios públicos y centros de trabajo.
“Hay que tener mecanismos de pesquisaje y detección de enfermos; no se puede permitir que trabaje una persona que llegue con sintomatología a su centro laboral, evitar las actividades al aire libre con gran concentración de personas, así como la aglomeración en lugares públicos, sobre todo en los lugares cerrados”, alertó.
De igual manera, Díaz-Canel anunció en que se van a mantener las regulaciones con el transporte y la movilidad de las personas, y la atención priorizada a las familias más vulnerables, sistemas de atención personalizado a esos núcleos a fin de garantizar su aislamiento social.