Quiso hacer algo diferente cuando llegara a Pinar del Río, que su estancia por este extremo occidental, además de marcar el fin de la gira, impregnara a su sello la misma elegancia y sencillez de su gente.
Jordi Leal vino a Vueltabajo y no vino solo, él ya no es nadie sin sus guayaberas, esas que vistieron de arte a figuras como Omara Portuondo, Juana Bacayao o Mario Limonta, entre otros tantos. Aquí, nuevos diseños serán defendidos por importantes exponentes de nuestra identidad.
Como peculiaridad, en esta tierra de campeones, buscó a potencias vinculadas al deporte, resaltaría a Pinar con nombres como Mijaín López, Lisandra Ordaz, Luis Giraldo Casanova y Pedro Luis Lazo, quienes además de exaltar a esta Isla por todo el mundo a través de la lucha greco romana, el ajedrez y el beisbol, respectivamente, fulgurarán, esta vez, desde la experiencia de vestir nuestra prenda nacional.
Junto al deporte, también hará gala de la exclusividad que imprimen las guayaberas de JLeal, la figura de Nersys Felipe, la escritora para niños que muestra en sí la ternura de los pequeños.
GUAYABERAS EN PINAR
La presentación de Son de Cuba, bajo la autoría de el Rey de las Guayaberas, estará abierta al público próximamente en Pinar del Río. La marca JLeal ha recorrido diferentes ciudades del país desde septiembre pasado, y permanecerá por estos lares alrededor de un mes para apreciar del buen arte que agrega a los diseños cultura y originalidad.
Según el propio diseñador, “las guayaberas que conforman la muestra serán exhibidas en la Casa Museo de Nuevo Tipo que se inaugurará próximamente en La Habana, las cuales trascienden por el uso que le han dado personalidades de nuestra cultura, pero además, por tener a las artes plásticas como valor agregado, independientemente del diseño.
“Al mismo tiempo, son ilustradas por más de una veintena de destacadas figuras de esta manifestación como Flora Fon, Nelson Domínguez, José Fuster, Maykel Herrera, entre otros que desde sus códigos identitarios hacen a la guayabera más atractiva”.
El proyecto no solo consiste en diseñar la prenda e ilustrarla después, sino que a las personalidades que la despliegan se les realiza un trabajo de fotografía con maestros del lente, entre los que destacan Roberto Chile, Julio Larramendi, Raúl Cañibano, a su vez los encargados de las imágenes que también serán usadas en el libro dedicado a la guayabera, el cual aún está en proceso de edición, bajo la autoría del propio Jordi Leal y las colaboraciones de los periodistas y premios nacionales de Periodismo José Martí, Ciro Bianchi y Gladys Egües.
ARTE, CULTURA, TRADICIÓN
Leal, quien también es modelo profesional de la Agencia Actuar, dijo que “gratifica ver el despertar que tiene la población hacia la prenda, lejos de querer rescatarla, la pretensión nuestra es conseguir que sea vista desde otras miradas”.
Sin querer imponer el gusto hacia la guayabera, su proyecto trabaja con una nueva propuesta ajustada a estos tiempos, con total respeto a las tendencias, los diseños y los colores, “¿qué le hacemos?: transformaciones, por eso las vemos con cuello chino, con gran variedad en cuanto a las mangas, sobre todo en las de uso femenino, dígase cortas, largas, tres cuartos, acampanadas, con calados, características todas que las embellecen”.
Con la pretensión de captar la atención de los que se acerquen y querer llevar la prenda a sabiendas de cómo defenderlas, de eso se trata el proyecto de este joven, que aúna ya más de 10 años y casi 30 colecciones de moda, en el intento de trazar las líneas de una guayabera que se parezca a Cuba.
Para el diseñador, la presencia del canesú es primordial, al igual que las tres hileras de alforza con varios pliegues, el calado en los bordes de las mangas, a ello ha agregado una estrella para simular a la bandera y conseguir así más cubanía en lo que realiza.
Asocia Jordi Leal, en gran medida, a la identidad pinareña con el uso de la prenda. Tabaco, campo, guayabera pudiera constituir una tríada perfecta cuando de tradiciones se habla. El representante de la Academia de Modelaje confesó sentir hacia nuestra provincia un cariño especial, por lo que se esmera por estos días en organizar un evento a la altura de los espectadores.
Del recorrido por toda la nación devino la iniciativa de firmar contratos con las agencias de Caracol y el Fondo de Bienes Culturales para crear subsedes del proyecto JLeal, un espacio que será decorado con todas las imágenes de las diferentes personalidades que defendieron los diseños.
Sin pretender ser el Rey de las Guayaberas, Jordi se considera un servidor que busca darle vida a la prenda y retornarla al lugar que nunca debió dejar, y como el público es quien da y quien quita, quedará en lo adelante tal galardón para un hombre que busca convertir en arte la colaboración conjunta entre trazos, pintura, creación, exhibición y enfoques, en fin, varias miradas de expertos en función de la misma obra.
ELEGANCIA AJUSTADA A LA IDIOSINCRASIA
El proyecto, según aclara su representante, no solamente va dirigido a personalidades, “es este solo un aspecto estratégico a nivel visual, nuestro público es la gente, queremos que la población la busque para mostrar elegancia”.
Que los cubanos, tanto hombres como mujeres, o los padres para sus hijos, anhelen tener entre su ropa una guayabera, habla a favor del proyecto y la materialización de sus objetivos, “no solo el personal foráneo debe lucir las mismas, al contrario, nosotros primero, por su autenticidad, por su idiosincrasia”, acotó Jordi.
Las proporciones de alguien, las maneras de vestir, estarán siempre en el punto de mira de Jordi Leal. Crear gustos estéticos, a través de información sobre lo que se porta, constituye una de las herramientas para insistir en las bondades de tan elegante atuendo.
En la muestra se verán prendas holgadas para personas de mayor peso, otras más largas o cortas, en dependencia de la edad, escotes más atrevidos defendidos con maestría por Rosalía Arnaez, o instantáneas que recreen elementos afines a la persona captada, así la concurrencia será testigo de los girasoles de Flora, los implementos deportivos modelados por Héctor Villar y el micrófono a tono con la imagen del locutor Rafael Serrano, entre otros.
“Qué bien lucen, qué bien las defienden”, es la exclamación de Jordi al ojear y volver sobre cada diseño, “no es ponerle a los que se acercan cualquier conjunto, es ofrecerle la posibilidad de portar uno con el cual se sientan cómodos y puedan defender mejor su personalidad”, acentuó.
Estas, las que se presentarán en la provincia son de Cuba, como son de Cuba también sus modelos y los artistas que regalaron cada uno de sus trazos para llevar a todos la cultura cubana.
Los más o menos 30 botones que adornan el canesú superior e inferior, así como el frente y la espalda, los tejidos o bordados, los bolsillos, las maneritas, compensados por las manos de quien ilustra, crearán, junto al lino, una verdadera obra de arte.
Junto al pasar de los años del proyecto JLeal, cambiaron los diseños, los fines, los modelos; de aquel primer boceto, destinado a su pequeña Sonette Leal tras su nacimiento, nació igual la concepción de que el arte nuestro nos engalana, sobre todo si está aparejado a la tan distinguida guayabera.