“No escribas como periodista, lo que no puedas sostener como hombre”.
Esta frase me inspiró para hablar de mis colegas de Guerrillero, que aunque la mayoría son mujeres, en asuntos de la profesión, tienen los pantalones bien plantados. Sí, sin medias tintas.
Esta vez vamos a celebrar encerrados el día de Patria, el periódico de José Martí, en un encierro necesario para festejar agradecidos la efeméride del 14 de marzo.
Las palabras del inicio son de Francisco Zarco, un mexicano que vivió desde el tres de diciembre de 1929 al 22 del mismo mes en 1969, y me lo imagino de esos bien machote, como un charro, porque la cita se las trae.
Cada año celebramos esta fiesta, nos damos unos besos y abrazos; algunos organismos solventaban unos tragos y comestibles ligeros cuando la economía estaba holgada, pero este año será sin besos, ni abrazos, sencillamente por exigencia de la pandemia y la escases.
Cambian los tiempos, pero no los periodistas y aunque poco a poco mencionaré a todos los medios, comenzaré por Guerrillero, mi guarida desde donde pienso y hago, porque sé –con conocimiento de causa- cómo se la están jugando otros colegas para esquivar el virus.
La dirección, muy sabia, primero puso a recaudo a sus fuerzas y las instruyó a cada uno; estimó de lo que era capaz de hacer, unos con más y otros con menos, pero todos con riesgo. Gente joven, muchachas que se meten en los barrios, viajan hasta municipios, coquetean con el peligro y se aventuran en la zona roja para llevar las primicias a los pinareños.
Y ahora hablo de todos: escriben y aciertan, a veces los felicitan, pero si se va una coma, un acento o la opinión desagrada… ¡salvado sea Dios!
Cuando fueron a pedir la carrera de Periodismo nadie les alertó sobre los riesgos, como tampoco les dijeron que cuando hay ciclón hay que mojarse y aconsejar a los ciudadanos como protegerse, pero a los suyos que “Traten de resolver como puedan, que voy para el ojo del ciclón.”
Si ahora lo que hay es pandemia, entonces muchas cuartillas de consejos, críticas, instrucciones, medidas para que los lectores respeten las ordenanzas sanitarias, no se expongan, no transiten… y cuando en la casa los tuyos te exigen, solo les puedes decir “Pero es que yo soy periodista”.
Señores, no es un responso, lo hacemos con tanto gusto. ¡Ustedes no tienen idea del regocijo de entrevistar a un “héroe”, no solo los de medallas y diplomas. Para nosotros, héroe es todo el que se juega la vida como médico, enfermera, técnico, policía, inspector, dirigente, sepulturero, choferes…
Pero están los momentos malos, no tienen idea lo difícil de entrevistar a una madre o a un padre que hayan perdido a un hijo; el que quedó lisiado por accidentalidad y ves ese optimismo mayor que el tuyo, o el de la enfermedad terminal y se atreve a decirte que te cuides… te estruja el alma, pero para eso escogiste ser periodista.
Hay periodismo de todo tipo, aunque la técnica es la misma, pero en la medida que avanzaron los años se adaptó a la guerra, la cultura, el deporte, la política, la economía, la naturaleza, la educación, la investigación y todo que la ofrecemos a la carta o por encargo, como informaciones, noticias, crónicas y comentarios, editoriales, reportajes, cuñas, notas, sueltos y otras tantas más que por desuso se nos olvidan.
Para el lector son nimiedades, para ellos todas son noticias que pueden ser dramáticas o luctuosas, felices o muy alegres, humorísticas o sarcásticas: la variedad es como Coppelia en los buenos tiempos.
Me dan ganas de nombrar a todos y cada uno, pero no. Es imposible recordar a tanto “guerri-periodista” en tantos años. Los de El Socialista primero, los de Guerrillero después; los fundadores y los continuadores –yo soy de los segundos- los viejos y los nuevos, porque corro el riesgo de que alguien se me pueda quedar.
Y aclaro, me voy a detener a un homenaje merecido a los que combaten en la misma trinchera sin egresar de la Carrera de Periodismo, porque fueron maestros o de otras profesiones y cambiaron la vocación; por supuesto les costó doble, pero ahora son tan buenos como nosotros. No quiere decir que cualquiera es periodista, lo que sí significa es que esos tuvieron madera suficiente para esculpir una obra .
En cuanto al público sabemos que muchos nos apoyan, agradecen nuestro trabajo cotidiano; otros nos suponen con privilegios, porque ignoran que a las colegas con hijos las confituras se les ponen tan lejanas como a ellas, carecen de lo mismo de cada ciudadano y no tienen módulos especiales de apoyo. Pero bien, escogieron ser periodistas.
Y lo más importante, peleamos el derecho a los datos y a la información que vamos a ofrecerles, como ustedes en el turno de la cola, porque la divisa nuestra es el respeto al lector.
Hay un famoso periodista británico que vio la profesión de modo diferente, Gilbert Keith Chesterton, cuando en su época dijo: “periodismo consiste esencialmente en decir ‘Lord Jones ha muerto’ a gente que no sabía que Lord Jones estaba vivo”.
Por supuesto era muy bueno, le decían el «príncipe de las paradojas» y cultivó entre otros géneros, el ensayo, la narración, la biografía, la lírica, el periodismo y el libro de viajes. Nosotros hablamos de lo nuestro, de una bella provincia, con mujeres tan bellas como ella, pero que escogieron ser periodistas.